Buscando aportar un extra de originalidad con un planteamiento ciertamente fresco, los autores de Caléndula sorprenden con un juego de puzles ejecutado de una forma como no se había visto. Hablamos más de un título experimental que de una aventura gráfica propiamente dicha, aunque la base de resolver puzles sea la misma. Los momentos en que el juego juega con nosotros son estupendos, aunque cuando al final revela sus cartas la narrativa afea la atmósfera conseguida con una revelación que busca ser mucho más de lo que al final resulta. También la pega de su brevedad, que aunque ciertamente este tipo de experiencias no están pensadas para una duración más estándar podría haber sido como mínimo el doble. Sea como fuere, el viaje es lo importante. Y si os gustan que os reten, probad a resolver sus acertijos. De momento lo vemos como un debut que nos hace poner el ojo en los prometedores Blooming Buds a ver con qué nos sorprenden en su siguiente propuesta.
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