FICHA DE CRÍTICA
La realidad es tan terrible como esa especie de cocodrilo de seis ojos que trocea a nuestro protagonista. El juego es un campo de minas de bugs. Y aunque Gamera Nest (estudio responsable de producir el juego ideado por Rodríguez) ya ha implantado un parche para solventar algunos de los problemas que presenta el juego, los bugs son -parafraseando al entrañable Forrest Gump– como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar.
Leer en su medio original