FICHA DE CRÍTICA

Death or Treat no es un juego que se haga excesivamente complejo, pero tampoco es precisamente sencillo. Hace falta mucha paciencia para avanzar en algunas zonas y, sobre todo, para desentrañar los patrones de ataque de los jefes finales. Además, el porcentaje de caída de los objetos puede llegar a ser desesperantemente bajo en algunas ocasiones. Lejos de desanimar, su estilo alegre y desenfadado insta a intentarlo de nuevo y avanzar un poco más en el escenario. Y puedo afirmar que las horas volaron mientras yo pensaba “una vuelta más y lo dejo por hoy”. Un engaño mayor que los anuncios de Deviltube.

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11/05/2023

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