Un mortero situado en la parte inferior izquierda de la pantalla disparaba tiros parabólicos hacia arriba. De derecha a izquierda, en la parte superior de la imagen, se desplazaba un avión que dejaba caer paracaidistas. El objetivo era derribar el avión con el tiro parabólico y así terminar con todos los paracaidistas que aún no habían saltado, o disparar a los paracaidistas mientras caían, o, finalmente, disparar a los que ya estaban en el suelo.
El Paracaidista fue una máquina recreativa que no pasó de prototipo. Aunque se construyeron 25 máquinas a modo de prueba, nunca llegó a comercializarse.
Créditos para Manuel Llaca.