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Cute Farmer Life es ese título que nos mantendrá anclados al asiento durante varias horas, sin poder parar de cosechar, de interactuar con los vecinos y al que querremos volver una y otra vez. Aunque echemos de menos algunos marcadores en ocasiones puntuales, es un juego muy intuitivo y que fluye con tus necesidades. Idóneo para cuando necesitas vaciar la cabeza y no pensar en otra cosa que no sea plantar, construir y pescar.

Cute Farmer Life es un relajante y muy divertido juego de granjas donde el tiempo pasa volando. Lo he completado en poco más de 5 horas con todos los logros, y lo hice en una partida del tirón porque fui incapaz de irme a dormir hasta completarlo. Esto habla del altísimo componente adictivo que tiene. Es todo sencillo y básico pero tremendamente divertido. 

Su historia es simple con unos personajes y diálogos que te sacarán más de una sonrisa. Su jugabilidad no inventa nada, pero tampoco trata de hacerlo. Su premisa es disfrutar mientras haces tareas cotidianas y lo logra con mucha eficacia. Como indica su propio nombre Cute Farmer Life tiene un diseño y un apartado gráfico muy Cute. Para terminar solo me queda recomendarlo a todo el mundo ya que me parece muy entretenido, pero sobre todo a los amantes de los juegos de granjas, ya que ellos se enamoraran de Matt sin ningún género de duda.

Analizamos Cute Farmer Life, un título pensado para jugar a nuestro propio ritmo, relajante y muy entretenido.

Cute Farmer Life es una buena carta de presentación para una persona que lleva haciendo videojuegos muchos años pero que no ha sido hasta ahora que se ha lanzado a la aventura de auto publicar su obra. Un videojuego de gestión de granjas con la diferencia de que aquí se trabaja con el tiempo y no con los días por lo que, por momentos y en niveles ya más avanzados de la historia, sembraremos y cultivaremos a una velocidad más propia de un clicker. Esconde algunos secretos en su historia que al menos le dan ese punto diferente para continuar jugando hasta descubrir los dos finales que oculta al terminar el camino.