FICHA DE CRÍTICA

Volviendo a Ikai, pese a que disfruté de su aspecto más folclórico por los motivos que mencioné anteriormente, no puedo evitar sentir que algo más faltó para que la experiencia estuviese completa. No digo que debía durar más (difícilmente digo que un juego de cualquier tipo deba durar más de lo dura), pero quizás se hubiese agradecido un mayor empeño en profundizar acerca del por qué cada demonio nos ataca más allá del hecho de que hayamos sido maldecidos. Quizás más mecánicas que cambien el feel de cada demonio y su modus operandi. Ese es, tal vez, mi mayor problema con Ikai, un juego casi sin fallos pero con muy pocos aciertos más allá de ciertos momentos puntuales en los que el entorno se volvía genuinamente interesante; una sensación de mismidad en un género que necesita desesperadamente de aire fresco.

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17/04/2022

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