FICHA DE CRÍTICA

A Place for the Unwilling no es quizás el juego prometido. Por cada una de sus bondades le acompañan pequeños defectos que van mermando esa idea con la que nació y que seguramente fue creciendo como una bola de nieve hasta ser inabarcable. Pero, a pesar de ello, me quedo con los gratos momentos creados a raíz de una rutina en la que compartía mi escaso tiempo con muchos de sus personajes que, según pasaban los días, me abrían su corazón. O de otros en los que buscaba desesperado respuestas a una ciudad que esconde tras sus muros secretos que escapan a la comprensión de muchos de sus ciudadanos.

Leer en su medio original
 
09/08/2019

  Compartir