FICHA DE CRÍTICA

En los momentos en los que un nivel se presenta especialmente peliagudo es cuando más se agradece la estética, la otra gran protagonista de esta obra. Y es que tanto el diseño artístico, en clave cromática Monument Valley, como el acompañamiento musical consiguen de forma efectiva que nos sumerjamos en sus mundos oníricos. No ocurre tanto con su historia, excesivamente abstracta, aunque conectada temáticamente a la idea de lo etéreo que intenta transmitir el juego.

Leer en su medio original
 
23/07/2019

  Compartir