El sistema de juego es muy entretenido e indudablemente a quien le guste la música lo podrá disfrutar. Sobre todo gracias al sistema de mapas procedurales, que sin cambiar el contexto se modificarán el tipo de experiencia que nos encontraremos en las distintas partidas que vayamos a jugar. Además a esto esto hay que añadirle que la dificultad del juego es media-alta por lo que exigirá por nuestra parte paciencia, calma y estrategia. Personalmente opino que la elección de la música es como pistonuda a falta de una palabra más fuerte y la experiencia cooperativa es sumamente gratificante e interesante. Si hay algo que le podemos pedir a Metal Tales: Fury of the Guitar Gods sería la existencia de un tutorial que nos enseñara para qué sirve cada cosa aunque los controles son sencillo.
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