FICHA DE CRÍTICA

Con una jugabilidad clásica y precisa, a pesar de los picos de dificultad puntual, estamos ante un verdadero juegazo que contentará a todos aquellos nostálgicos. Además, a los más jóvenes también puede introducirles en el mágico mundo de los arcades imposibles. No es el juego más difícil que existe (sobre todo con las continuaciones infinitas) y eso hace que sea asequible, aunque también sea un reto.

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19/07/2016

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