FICHA DE CRÍTICA

Hoy en día es imposible encontrar un juego así en el mercado: si ya se lió parda hace diez años porque Solid Snake tuvo que tomarse un diazepam, ¿qué dirían si saliera a bombo y platillo un juego cuyo título ya pide que circule la droga? Se nota y mucho el espíritu de liberación de los ochenta en el título. Bajo el cachondo planteamiento (para empezar el manual es un cómic) se esconde un juego un tanto irregular, que flojea en determinados aspectos jugables (es demasiado quisquilloso con las órdenes) y que nos "deleita" con una dificultad elevadísima que desespera incluso a jugadores expertos en algunos momentos. 

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24/02/2009

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