FICHA DE CRÍTICA

La variedad de naves, armamento y pilotos, la diferencia entre las misiones y la existencia de blancos selectivos da unas ligeras pinceladas de estrategia que contribuyen a hacer el juego más ameno. Pero lo que realmente aumenta la diversión, como es lógico, por otra parte, es el modo para dos jugadores en el que la adicción se multiplica por dos. La posibilidad de regular el nivel de detalle hace que el programa funcione incluso en un 386, lo que no deja de ser algo de agradecer. Y es que no le falta ni un sólo detalle a «Trauma» para encontrarse entre nuestros matamarcianos preferidos, con más motivo aún si tenemos agudizado nuestro orgullo patrio. Un buen comienzo.

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01/03/1996 MicroManía [14] Marzo 1996

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