FICHA DE CRÍTICA

Calendula acaba con cierto mensaje reconciliador con la vida, el de que siempre hay segundas oportunidades y de que la muerte es solo un trámite. Sin embargo, de forma secundaria, otro mensaje se contrapone al optimista: si la vida es un juego que no se puede jugar porque todo está escrito y la muerte es un fallo del sistema, ¿en qué lugar queda la agencia humana? Espero que en algo más que en la falsa ilusión de poder elegir entre comprar o no comprar Calendula.

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10/02/2016

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