FICHA DE CRÍTICA

Ese es precisamente el mayor defecto de Red Goddess, una clara falta de refinamiento, un resultado hosco que adolece de continuos problemas técnicos tan habituales que le sacan a uno de la experiencia una y otra vez. Y lo más preocupante: la manera en que ese acabado sin pulir y esos deslices en el repaso se inoculan en facetas del juego importantes como la sincronización en plataformas que se mueven desajustando un patrón, haciendo que esas muertes de las que hablaba al principio, no solo sean dolorosas por lo que tarda en cargar el juego, sino porque enmascaran el error en el diseño con el error del jugador. Y eso, sabe mal decirlo, también da Miedo y Rabia.

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13/07/2015

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