FICHA DE CRÍTICA

España lo ha hecho de nuevo, ha demostrado que tiene un talento nato para seducir con su mano creativa. Narita Boy es otro alucinante homenaje a la década de los 80s copiado en tan solo un Floppy Disk. El sueño húmedo de cualquier fanatico de lo retro, a su modo, avienta al jugador al interior de un “Arcade” para convertirlo en el legendario héroe digital y erradicar un virus en potencia. La obra de Studio Koba seduce con su acabado visual de Pixel-Art y su electrizante música de pop sintético, que recuerda a Daft Punk. Narita Boy es una perpetua melodía tecnológica retro-futurista que será el placer de cualquier amante de la informática, como también una dolorosa pesadilla para quienes no estén familiarizados con la jerga, a causa de su profunda narrativa y los abusivos rellenos a los que recurre para alivianar la carga de su trama. Pese a ello, todas las dudas se concentran en su sistema de juego por la aspereza de los controles o el limitado margen de juego que ofrece el reino digital por sus barreras artificiales, que rompen la ilusión de exploración. Aunque la magia sigue allí, intacta en su interior encandilando sus atributos para desencadenar una sinfonía radicalmente preciosa. A lo largo de sus 5/6 horas de juego nos meterá de lleno en un mundo único, en el que los códigos no son simples líneas de caracteres, sino también entes que pueden amar o sufrir por igual, como su creador. ¿Qué están esperando? Es hora de rescatar el reino digital.   

Leer en su medio original
70
 
31/05/2021

  Compartir