«Manda huevos» es una popular expresión no demasiado elegante que quedará para la historia gracias a que fue pronunciada por Federico Trillo cuando era presidente del Congreso de Diputados. Ninguno de nosotros somos presidentes de ningún congreso, pero su expresión nos viene de fábula para aplicarla al sentimiento que nos produjo el conocer el precio europeo de Xbox en comparación con el americano. Que me lo expliquen. En Estados Unidos, la frontera entre cualquier usuario y Xbox está en 300 dólares, unas 60.000 pesetas. Aquí, sin embargo, nos tendremos que rascar el bolsillo 20.000 pesetas más. ¿Las razones? Pues seas cuales fueren, no nos convencen. Además, no hay que olvidar que la economía estadounidense es mucho más boyante que la nuestra, y os aseguro que 80 mil pesetas es mucho más dinero para nosotros que para ellos ya que sus sueldos medios están a años luz que los españoles. Con esas 20.000 pesetas nos podríamos comprar dos juegos para acompañar la consola, o el mando del DVD y otro control-pad... Estoy seguro que la decisión ha sido meditada y que atiende a diferentes estudios de mercado, pero con la competencia de PS2 y de la prometedora Game Cube, no parece una decisión «valiente». Lo dicho y con perdón... ¡manda huevos!
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