No ha podido ser. Si no recuerdo mal, desde estas líneas os anunciábamos hace un año que, el 2002, sería el año de la conectividad de las consolas a la Red de Redes, el año del juego online, el año en el que se cambiaría el concepto de videojuego, pasando de una dimensión doméstica a una global. Pero no ha sido así. Por las razones que sea, en cierta forma las compañías se han «dormido» y tendremos que esperar aún varios meses hasta que podamos disfrutar ple-namente de lo que todo el mundo augura como la gran revolución del entretenimiento audiovisual vía consola. Quizá un poco tarde, ya que considerando que las máquinas salieron a la venta con la posibilidad del juego en red como una de sus banderas, lo cierto es que, en el mejor de los casos, tendremos que esperar dos años y pico en el caso de PS2, y un año en el de Xbox, para poder disfrutar de las posibilidades «ocultas» de estas consolas. Aquí podríamos emplear el recurrente refrán de «más vale tarde que nunca», pero lo cierto es que, en cierta forma, se nos ha privado de unos meses de divertimento online que, si habéis tenido la ocasión de probarlo vía PC, os aseguramos que vale mucho la pena. Pero lamentablemente no queda otro remedio que mantenernos a la espera y tener la confianza de que la espera valdrá la pena. Estaréis conmigo en que es mejor esperar si el trabajo se hace bien, que disponer de algo a medias o carente de unos mínimos exigibles. En otro orden de cosas, también debemos hacernos eco del millón de consolas que, según Sony, están ya en los hogares españoles. Una cifra tan redonda como impactante, que esperemos que se refleje en las ventas de juegos de estas navidades. Ya sabéis, cuantos más juegos originales vendidos, más dinero para crear nuevos títulos, más y mejores que los conocidos. Y le deseamos un futuro similar a Xbox y GameCube, que siguen con su paso firme y consistente para lograr que las navidades de 2002 sean también suyas.
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