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La irrupción de un juego tan realista y violento como Grand Theft Auto III volverá a avivar, a buen seguro, la polémica sobre la violencia en los videojuegos. Antes de que algún periodista se rasgue las vestiduras ante la contundencia del juego de DMA, hay que recordar que GTA III ha sido clasificado para mayores de 18 años por la ADESE. Ese sello no recomienda su venta a menores y protege de paso el derecho a los adultos propietarios de una PlayStation 2 de disfrutar de un juego acorde a su edad. No se le puede pedir a muchos usuarios de 25/30 años que pase la tarde conduciendo a una ardillita hasta su casa en el valle de la miel. Quieren emociones fuertes, sentir en primera persona las mismas experiencias que viven en el cine o en la televisión, y eso, para desgracia de algunos padres y educadores, lleva en ocasiones a crear juegos que quizá no gusten a todos los públicos por su contenido violento, pero que son necesarios para evitar la desbandada de los usuarios de consola hacia otros mercados, como el de los PC, una vez que superan los 20 años de edad. Si queremos que el mercado de las consolas madure debemos permitir la aparición de estos juegos. De lo contrario, jamás podríamos disfrutar de maravillas como Silent Hill 2 o el mencionado GTAIII. 

• 007 Agente en fuego cruzado, Devil May Cry, Grand Theft Auto III, World Rally Championship, Head Hunter, Burnout
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