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Worldless es un metroidvania muy bueno con un estilo minimalista muy rico y logrado. Sus mecánicas de juego, con partes que nos brindan combates por turnos muy trabajados o exploración plataformera perfecta, hacen que tengamos una experiencia doble en cuanto a jugabilidad.

Tenebris Pictura es un título que nos transporta a la época dorada de las aventuras graficas. Añade un toque de acción, que no inventa nada nuevo, pero que se aplican de una forma genial para actualizar el género. Esto lo hace mucho más dinámico y atractivo a todos los públicos. Sus puzles no solo incluyen mover objetos, sino que además tendremos que jugar con los planos astrales, la destrucción de barreras físicas como paredes, así como manejar a Magnus como si se tratará de un juego de plataformas, para correr, saltar y escondernos. Por último, cuenta con un sistema de combate muy pulido que nos permitirá disfrutar de la acción.  Esta  mezcla de matices y colores ha creado, más que una pintura oscura (Tenebris Pictura), algo que, sin lugar a dudas, brilla con luz propia.

Curse of the Sea Rats es un título que tiene muchos claroscuros. No se mueve en sendas intermedias, teniendo partes técnicamente muy buenas que a simple vista parecen de un título de grandísima calidad, y otras partes que no están, para nada,  a la altura. Como hemos dicho el movimiento del personaje rompe mucho la experiencia, las pantallas de carga están excesivamente presentes, los “crasheos” a pesar de reinstalarlo varias veces y demás son puntos demoledores en un juego de este tipo . Es una pena porque Curse of the Sea Rats tenía mimbres para ser un grandísimo juego, pero se queda en el intento.

The Knight Witch es un título con una apariencia infantil, con escenarios coloristas y amigables. Sin embargo, sus mecánicas y nivel de dificultad están más cercana de un título Souls que de un plataformas para niños. La inclusión de una mecánica de mazos en los poderes de nuestra bruja y la aleatoriedad de los mismos hará que buscarle el patrón o combinación “fácil” al juego sea imposible. Es un título que gustará a un amplio abanico de jugadores, a los amantes de los shoot’em up, de los metroidvania y por supuesto a los locos de los desafíos complicados. El título me ha transmitido la misma sensación que cuando jugué Tunic. Pero no por su mecánica de juego, sino por su elevada dificultad en contraste con un diseño artístico tan infantil. The knight Witch es, sin duda, un temible lobo con piel de cordero y supondrá un reto para todo el que se atreva a jugarlo.

Creo que Indigo Studios ha hecho un buen trabajo en algunos apartados de Charon’s Staircase como son la historia, el narrador en español, y sobre todo con los puzles. Se nota que el estudio tiene claras las ideas y como quiere llevar al jugador desde este prisma. Sin embargo, la ambientación y el apartado técnico no acompañan. Esto empaña la experiencia terrorífica del juego o de suspense, ya que no se logra en ningún momento. Estamos ante un estudio con muchas ganas y con ideas muy buenas que tiene que afinar en estos temas. Sin embargo es de agradecer que estudios nacionales se embarquen en aventuras como esta y traten de abrirse paso en un mercado, cada vez más competitivo.