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Por lo menos cumple con su propuesta de ofrecer algo interesante, y la ambientación está perfectamente lograda tanto a nivel técnico como artístico, y aunque no se acerque ni de lejos a 'The Witness', ni se convierta en un exponente que pondría en un libro de texto. Guardaré un buen recuerdo de él como cuando estás en la cola par que un famoso te firme su último disco o película y te haces una foto con él, que es una cosa que muchos pasan por alto. Por último, la alegoría sobre la fecundación, embarazo y el nacimiento es bien interesante, aunque el final anticlimático llega casi a estropear la experiencia si no te paras a pensar durante cinco minutos qué es lo que has estado haciendo durante la última hora. ¿Era eso un spoiler? Creo que no, porque creo que el valor de este juego reside en la forma de superar los desafíos del juego, y he contado de eso lo justo.

Gerónimo Stilton: Regreso al Reino de la Fantasía tiene potencial para convertirse en un referente de la consola con algo más de dedicación con un planteamiento efectivo y un buen estilo artístico. Con un motor de físicas más pulido, una curva de dificultad más ajustada para que no nos atasquemos tan fácilmente y unos cuantos desafíos más, los usuarios de las portátiles de Sony no tendrán nada que envidiar a los de Nintendo y su profesor inglés.

Zombie Panic in Wonderland podría haber sido todo un ejemplo en el servicio WiiWare de cómo una desarrolladora independiente con una buena idea bien llevada puede hacer un título altamente recomendable. Lamentablemente, el juego se hace extremadamente corto con sus escasos y repetitivos diez niveles, además de la falta de intensidad en los mismos y la música, que no se mezcla como debería con el estilo de juego. No da como resultado un juego malo, pero sí uno con importantes fallos que pulir, pero que llega a entretener mínimamente durante las pocas horas que dura.