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A pesar de que The Crown of Wu consigue ser entretenido gracias a su ritmo y variedad, presenta muchas asperezas a nivel jugable que le impiden llegar a cotas más altas de calidad.

Aeterna Noctis me ha sorprendido en todo momento gracias a su cuidado diseño, su exigente dificultad y su gigantesca escala. Un imprescindible para los amantes de este tipo de experiencias.

Oxide Room 104 es un interesante y satisfactorio acercamiento al género. A pesar de sus limitaciones técnicas, hace un muy buen trabajo cambiando el enfoque tradicional de este tipo de juegos, consiguiendo unas sensaciones muy genuinas y, sobre todo, con personalidad. Si os gusta el género y queréis probar algo diferente que os tendrá absorbidos un par de tardes, ni lo dudéis.

Insomnis es un atípico y estupendo juego de terror que cumple perfectamente su función de hacernos pasar un gran rato de tensión y miedo. No solo eso, sino que demuestra una extraordinaria labor de gestión por parte de sus responsables. Para ser un producto con un equipo tan pequeño detrás, todos sus apartados lucen a un gran nivel (mención especial al sonoro). La simplificación de la jugabilidad es un arma que han usado muy sabiamente dada la naturaleza de los puzles y las pruebas, obteniendo un producto con un sabor distintivo aún usando pocos y conocidos recursos. Un poco más de duración le hubiera sentado de maravilla, pero desde ya estoy deseando ver el próximo trabajo de Path Games.

Kolumno es un juego de rompecabezas y habilidad único, desafiante y original. 75 niveles deliciosamente creativos que explotan al máximo una idea tan sencilla como adictiva.

Muchas veces deseamos borrar nuestros recuerdos de aquellos juegos que hemos amado para poder volver a disfrutarlos como la primera vez. «He soñado que soñaba» puede que no consiga algo tan mágico, pero sí que nos da una valiosa oportunidad; La oportunidad de redescubrir estos juegos desde un nuevo prisma, con herramientas que nos ayudan a encontrar más detalles y significado detrás de cosas que habíamos podido pasar por alto. Una perspectiva que, en definitiva, nos da una nueva y maravillosa excusa para sumergirnos en estas obras atemporales.