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Ereban: Shadow Legacy es una joya que debería hacer la boca agua a los devoradores de aventuras plataformeras y con cierta predilección por los juegos de sigilo sin muchos problemas. Fácilmente lo colaría entre algunos de los grandes del panorama indie como Mark Of The Ninja o Aragami, de la tristemente difunta Lince Works. Sin más, el próximo 10 de abril lo tenéis disponible para Steam por si queréis añadirlo a vuestra lista de deseados.

Tankr es un buen título que cumple con su cometido, divierte estos meses de verano, lo único que eché en falta mientras lo jugaba era una versión para PS Vita, es un juego que le va como anillo al dedo. Es cierto que no es un indie rompedor ni que va a revolucionar, pero tampoco lo pretende, y lo que hace y propone, lo hace bien.

En definitiva, si te gustan los simuladores de fútbol este será tu juego, tiene mucho que mejorar pero te dará buenas horas de diversión, y lo mejor de todo, por 20 €.

En definitiva, si te gustan los indies con un aire retro en el que la jugabilidad lo es todo Reknum te dará un buen rato de saltos imposibles, enemigos toca narices y niveles con varias puertas que se interconectan aunque esto no esta llevado tan bien como a mi me gustaría. Aún así el manejo de Cheri es sensacional, el arco en ocho direcciones me parece maravilloso así que, si queréis un buen juego de acción y plataformas ya estáis tardando. Algo que quisiera decir es que también es apropiado para que los más pequeños se metan en este mundo plataformero letal al más puro estilo Mega-Man. 

Es un juego con una historia de búsqueda, de muchas preguntas. Una historia  sobre la vida, el amor, la perdida y como los humanos nos enfrentamos a eso, de cómo sobrellevar los sentimientos.

After You es pequeñito pero tiene mucho que contar, una historia en 3 actos para observar las estaciones de la vida.  

En esta reseña de The Waylanders quise salirme un poco de lo típico, porque en lo personal, ha sido un juego muy especial. Estamos ante un WRPG que no innova en casi ninguna área, pero no deja de ser un juego muy disfrutable para cualquier ducho en el género aun con ciertos errores de diseño y de falta de pulido perdonables a juicio de cada uno. Sin embargo, lo hace tan bien a la hora de exhibir el atractivo que tiene la historia de mi tierra, que considero imperativo jugarlo a cualquiera que tenga prejuicios contra nosotros.

Si sois apasionados de los juegos de mazmorras, puzles difíciles, derrotar jefes finales de una manera distinta o especial, cada vez. Si sois nostálgicos del retro y las gameboy; fanáticos del lore de Lovecraft. Si os gustan los juegos de correveidile eternos de cientos de salas y mapas enormes… u os veis identificados con algo de esto, no lo dudéis, Kharon’s Crypt es un juego aun en desarrollo, con actualizaciones casi diarias, para solventar pequeños errores, pero es un juegazo, que vais a disfrutar muchísimo. Tiene guiños de Pratchett, juegos retro, cine, Lovecraft (ya lo has dicho Esther). También un gameplay fluido, divertido y para nada repetitivo, cada sala es única, con sus sorpresas incluidas. ¿Qué os parece? ¿Ayudamos a Caronte en su misión? 

Si os gusta de los juegos de mazmorras y puzles, retro games, Lovecraft… Entonces id a por él. Os va a encantar perderos por un montón de salas en un mundo gigantesco; es un juegazo que vais a disfrutar mucho. Tiene un gameplay fluido y muy divertido con un montón de salas únicas.

Minabo es un precioso y muy cuidado juego sobre la vida, su significado y quien nos acompaña en ella. Sencillo y a la par disparatado por emplear nabos como personajes, tiene un planteamiento por niveles que nos permitirá disfrutar de su concepto en base a superar retos que lo convierten en un juego de estrategia social. Me gustaría finalizar este análisis de Minabo recomendándoos jugar aunque sea para tomar notas y descubrir otra forma de jugar y de entender el mundo de los videojuegos.

En definitiva: es un juego divertido, desafiante y de humor socarrón, sobre todo ver como los compis se ríen con alguna de nuestras caídas o fallos del láser.

Honestidad ante todo: al adentrarme a Murtop iba con la idea de que, por así decirlo, me iba a gustar durante más tiempo y por muchos más motivos de los que al final han acabado siendo. Aquello que cuenta, a la larga, aunque no tiene por qué disminuir en intensidad, sí va perdiendo algo de sabor. Las cosas como son: hay que tener ganas de un arcade de ritmo como el que propone Murtop, porque, de lo contrario, cabe recalcar que es el tipo de juego el cual, por forma y voluntad, se te puede hacer bola muy fácil, rápido y sin quererlo. Sobre todo por lo enredosos que pueden llegar a ser según qué niveles ―y eso que a mí me gustan los desafíos exigentes―. Pero bueno, no hay muchos más motivos para ponerse reticente con el juego. Es más, y al César lo que es del César: Murtop es un juego perfecto, eso sí, para picotear entre grandes lanzamientos.