La prensa de videojuegos tiene una deuda con los desarrolladores más que a la inversa, y sin embargo éstos han pasado a convertirse con los años en el último escalafón de una pirámide que parece estar coronada por los lectores / usuarios (“El lector manda”), seguidos a continuación por los redactores y analistas de videojuegos, que han pasado a tener mayor relevancia que los propios creadores del videojuego, siendo jueces y, a menudo, verdugos de estos. Es triste, porque si hacemos una teoría de perogrullo, podemos llegar a la conclusión de que en un universo paralelo podrían existir los videojuegos sin prensa de videojuegos, pero no una prensa de videojuegos sin videojuegos.