DeVuego ES_COR

Summer in Mara is a super-fun and colourful adventure with a ton of content that you can enjoy for many hours. Anyone who's a fan of these kinds of games will feel right at home with Koa and her chums so here's hoping this gem gets the attention that it deserves.

Summer in Mara is a lovely experience with an abundance of charm and a welcome engagement with environmental and emotional subjects. It makes for a perfect introduction to the genre for younger gamers, and a great relaxing escape from the real world for more mature sorts. It doesn’t have the depth of last year’s My Time at Portia but is both more accessible and has more developed characters. While there may be little prospect of a summer trip to sunny islands in reality, you could do a lot worse than take a holiday with Koa and explore the wonders of Mara.

Chibig nos presenta una aventura paradisíaca que realza los valores del civismo a la vez que nos invita a que las horas pasen mientras jugamos.

Como se deben haber dado cuenta, “Summer in Mara” es un juego atractivo y fallido. El concepto base no está mal realizado, y a pesar de haberme hecho recordar a juegos como “Animal Crossing” o “The Wind Waker”, maneja una estilo y una personalidad únicos, como para no sentirse como un refrito. La experiencia en general, sin embargo, a pesar de ser innegablemente relajante y por momentos adictiva, termina siendo algo repetitivo luego de unas horas, lo cual es una verdadera pena. 

Summer in Mara is a relaxing adventure sim which focuses on quests and characters over farming or true exploration; if you’re looking for a challenging farming or adventure game, you may want to avoid these waters. At its worst, Mara’s quests can be poorly communicated, bottleneck and cause frustration, but at its best, it’s easy to get lost in this bright, breezy world filled with aliens, pirates, and wholesome adventures.

Perhaps the beautiful art and music will be enough for Summer in Mara to be a great game for you. The gameplay may become a tad bit monotonous, but it is satisfying to travel the tropical ocean from island to island on an adventure. The high number of quests might quickly overwhelm you, however, if you find the idea of searching through islands across a vast ocean for items to gather and craft is exhilarating, then this game might be for you.

Simulador de granja muy disfrutable, con una gran idea detrás y una historia que nos adentrará en el océano de Mara para descubrir lugares insólitos, encontrar tesoros y resolver todos los misterios.

Un juego relajado y lleno de cariño, que combina crafting, cultivo, ganadería y exploración. No es tan ambicioso como Animal Crossing, pero ha conseguido que nos traslademos a su mundo y disfrutemos de una vida más relajada.

Summer in Mara is a charming game at times. Its characters and its story are interesting. Its world wants to be interesting. Its identity crisis, torn between Wind Waker and Harvest Moon, just doesn’t work that well. This is not a bad game. Its actually a good game that could have been so much better. While we may have picked on the follies present throughout the experience, there is still plenty of charm here that will allow many farming simulation fans to overlook the negatives. For me, however, it just wasn’t enough.

Summer in Mara tiene mucho potencial en cuanto a historia, trama, personajes carismáticos y sus respectivos diálogos. Además, la banda sonora y la dirección artística es absolutamente fantástica. Desgraciadamente, la jugabilidad, misiones y mecánicas del juego cojean en mayor medida y hacen que la experiencia pueda ser poco satisfactoria y/o repetitiva.

Aun con una agricultura sencilla y sin ofrecer una navegación compleja, Summer in Mara es un título refrescante que, de mejorar la experiencia de sus horas y unas mecánicas más trabajadas, sería una aventura excelente para este verano.

Summer in Mara avait un gros potentiel hélas entaché par des erreurs de parcours que l'on pardonne difficilement en 2020, à plus forte raison quand le marché comporte tant de bons jeux de simulation. Les quêtes sont répétitives, les allers-retours sont légion, l'ergonomie est vraiment loin d'être au point et les îles – en dehors des deux principales – ne représentent aucun intérêt. Il reste néanmoins une direction artistique charmante, des personnages attachants, un joli message sur l'écologie ou encore un côté relax, le joueur pouvant prendre le temps de faire ce que bon lui chante sans avoir à constamment surveiller ses cultures.

Summer in Mara is a game that wears many hats, but none of them look all that good.

Summer in Mara has the workings of a breathtaking and chill farming adventure that feels like it should be perfect for the summer, especially now. Instead thanks to everything from fetch quest repetition to a muddled interface, it’s more of a wistful addition to the Switch library. The pleasant vibe of Koa’s undiscovered world can’t carry the whole game despite the best of intentions. If tweaks and improvements can clean up some of the menus, Summer in Mara could be better, but I worry even that won’t make the repetition more enjoyable.

Es humilde, y no me gustaría que diera la sensación de que las cosas que le echo en cara están relacionadas con su humildad, pero a veces da la sensación de que Summer in Mara abarca más de lo que puede apretar. No tanto por la escala, que en general sí maneja bien (el mar es más grande de lo que parece al principio, y aunque seguro que a los entornos que recorres o a los personajes con los que te cruzas no le habría ido mal una inyección de capital creo que acaba resolviendo todo con bastante gracia, incluso en Switch), como por la manera no del todo satisfactoria en que mueve su propuesta, centrada en los cuidados y en la sostenibilidad, hacia lo narrativo, no siempre con la misma soltura o sin problemas. Es digno de elogio el giro definitivo hacia la no violencia, y hay que reconocerle a Chibig no solo la buena intención sino también la inteligencia con que continúan lo que empezó Deiland llevándolo a un sitio totalmente nuevo y único; por desgracia, su amabilidad se choca con una colección de asperezas difíciles de ignorar, y que hacen un poco más indigesta una de esas propuestas por las que es difícil no sentir simpatía.

Ha pasado bastante tiempo desde que la exitosa campaña de Kickstarter confirmara que hay un público tras Summer in Mara deseando disfrutar de la experiencia ue propone el título. Como cada jugador es un mundo, y hay para quien abordar misiones secundarias y tareas que repiten su esquema no supone un problema mayor, estamos seguros que dicho sector de usuarios disfrutará de Summer in Mara. Pese a ello, hay varios problemas en su desarrollo y el diseño de su esqueleto jugable requiere una profunda revisión de cara a abordar futuros proyectos.

Summer in Mara semble avoir tout pour plaire. Lorsque nous démarrons notre aventure, nous sommes charmés par les couleurs et la vie tropicale de l'île de Mara. Toutefois, l'aventure de Koa est trop simpliste et la trop grande diversité d'activités mine notre expérience de jeu. Il en est même très difficile de savoir à qui le jeu s'adresse.

We won’t mince words here, Summer in Mara has absolutely nothing to offer that hasn’t been done much better in other games that are easily available right now. If you want a cozy farm sim with a pleasant atmosphere, get Stardew Valley or Rune Factory 4. If you want a thrilling adventure you can take at your own pace, get Minecraft or The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Even if you’ve played those and are looking for something new, please don’t waste your time or money here. This is not a 'hidden gem'; the alluring presentation of Summer in Mara only acts as a pretty mask for a much uglier game beneath the surface – one that’s keen on wasting your time with no meaningful payoff.

Summer in Mara looks lovely right away, but the shine wears off quickly amid a long list of issues, both fixable and sadly, not fixable.

Al final, si hay que sacarle alguna pega al juego es, quizás, que sus ambiciones artísticas y narrativas parecen demasiado grandes para lo que, al final, dan de sí sus mecánicas. No es que no haya suficiente historia que contar, ni que el mundo no sea lo suficientemente amplio ni interesante de explorar, sino que el número de cosas que se pueden hacer es limitado, y muchas veces entramos en la inercia de ir de aquí para allá sin fijarnos demasiado, de repetir el mismo tipo de tareas una y otra vez. Cuesta pensar que todo esto será digerible por quienes no vengan ya enamorados del género, o del estudio, desde el primer minuto de juego. Y eso, sumado a un par de imprecisiones de diseño, nos deja un sabor de boca más amargo de lo que nos gustaría; pero, con todo, los días pasados en Mara han sido un muy buen verano.

A su favor, cómo no, tenemos la innegable mejora narrativa en esa misma comparativa. La historia no es nada del otro mundo, pero es muy bonita y consecuente. Es un título con un carácter muy humano y muchas lecciones escondidas bajo su apasionante diseño. Summer in Mara es uno de esos proyectos que se disfruta con un café en la mano y una tarde de lluvia. Sin prisa. Relajados. A nuestro ritmo. No respira la ambición capitalista y/o constructora de otros juegos, pues se opone a ella de forma diametral. Summer in Mara nos enseña el valor de la naturaleza y el equilibrio. Ahora, si me disculpáis, me voy a dar un paseo en barco, que todavía no he tenido suficiente.