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With all that said, Crossing Souls has everything you could possibly want from an adventure game. Well-polished controls, a stunning art style, fun and varied gameplay, and an emotional yet intriguing narrative all come together to make Crossing Souls one of the best gaming experiences I've had in a long while. It's simply perfect.

Crossing Souls is a inventive thrill ride that embraces clever, varied gameplay and heartfelt storytelling to coalesce into a gem of a game. As someone rarely wooed by ‘80s nostalgia grabs, I found an enchanting world worth exploring in this great adventure.

Crossing souls is a masterpiece of both story telling and nostalgia. The gameplay is great and the game is as stylish as the eighties themselves. You will come for the nostalgia and stay for the genuinely brilliant story,

There are many bones that make the body of Crossing Souls amazing, but like most gambles, it doesn’t always pay off. In this case, the ribbon to tie everything good together didn’t really complete the package. However, it’s offerings under the surface are definitely worth applauding

With its enthralling story, gorgeous pixel graphics, beautifully relentless eighties references and plenty of challenging moments, Crossing Souls has really cracked new-old-school gaming. It really does feel like you’ve stuck a wet pinky in a plug socket, been jolted with 1.21 gigawatts and thrown back thirty something years. A vibrant adventure and a joy to play.

Crossing Souls es una nostálgica aventura pixelada que bebe de la iconografía de los años 80, un viaje al pasado que triunfa en su bellísimo Pixel Art, su banda sonora o en detalles como las secuencias animadas, pero que no logra mantener siempre el tipo en sus mecánicas jugables (siempre muy sencillas) o el ritmo de juego, con algunos altibajos.

Crossing Souls es un viaje temporal en todos los sentidos a los años 80, un título creado con cariño y mimo que nos transportará a vivir una aventura épica llena de secretos y continuos guiños a películas y videojuegos de la época. Un título que en lo jugable esta a un notable nivel con una dificultad elevada pero justa en su medida y un refrescante trabajo tanto en lo gráfico como en lo sonoro, uno de esos juegos que enamorarán a los que vivieron esa época y que sin duda merece una oportunidad para todos los amantes de grandes títulos.

Crossing Souls è un gioco che fa bene all’anima ed è molto più di una semplice operazione nostalgica, seppur fa certamente leva su un immaginario pop ben definito e assolutamente di moda. Dietro una leggerezza spensierata e una sceneggiatura da teen movie da manuale (intrisa di cliché e riferimenti chiari) si cela un’opera prima intima e accorata, realizzata con estrema cura e che per certi versi si avvicina a quel piccolo gioiellino di Oxenfree nel modo in cui riesce a essere narrativa di formazione e a raccontare l’importanza dei legami personali. A completare il quadro, oltre a un’estetica vincente, c’è un gameplay che omaggia con rispetto e nella giusta misura i classici del passato, senza rinunciare però a un’identità precisa e un’unità stilistica coerente e finalizzata a comunicare un messaggio preciso.

Humorvolles Retro-Abenteuer mit spannender Geschichte und "80er-Jahre"-Referenzen an jeder Ecke, jedoch fehlt noch die nötige Politur.

Overall, Crossing Souls is another great title from Devolver Digital. I absolutely loved the ’80s science fiction setting and the electronic music is a great treat. Though the story loses some of it charm as you progress, there’s plenty to enjoy. From its brilliant cast of characters to its throwbacks to a memorable era, Crossing Souls has plenty of soul.

Other than that, there’s very little to complain about. The dialogue is well written and feels appropriate for the gang. The puzzles are fun, the combat is enjoyable, and it feels the right length. This is a game that doesn’t use its retro inspired nature as a selling point, it just feels right, and with nods to so many things we love (a few boss battles are straight up homages to Ghostbusters), it’s hard not to love Crossing Souls.

Bref, Crossing Souls s'adresse très clairement aux enfants des années 80, et ces derniers ne manqueront pas d'apprécier cette aventure aux accents nostalgiques !

Crossing Souls es el claro ejemplo de lo importante que es el apoyo de los publishers para la industria indie. Porque sin el respaldo de Devolver Digital, y una consiguiente exitosa campaña de Kickstarter, este juego difícilmente hubiera salido al mercado con la calidad que lo hizo. Los desarrolladores independientes están creciendo a pasos agigantados, de eso claramente no hay dudas y se puede evidenciar con la gran cantidad de juegos de calidad que salieron en los últimos años; aunque también es menester destacar el soporte de quienes publican estos productos con el único fin de hacer más visibles estas obras.

Crossing Souls es un proyecto creado con mimo y dedicación en todos y cada uno de sus aspectos, por lo que seguramente estemos ante uno de los mejores títulos nacionales de 2018. Audiovisualmente nos trasporta enseguida a los años 80, pero es en la faceta jugable donde no termina de hacerse fuerte divagando con muchos géneros y un gameplay bastante plano. Es de agradecer el tremendo esfuerzo y las originales ideas que introducen, no obstante, el combate es sencillo, los puzles no suponen mucho esfuerzo, y quizás un cooperativo local le hubiera sentado fantástico. 

La nostalgia es un arma de doble filo que, al usarla como reclamo en un videojuego, puede resultar un recurso facilón. No obstante, Fourattic han sabido aplicarlo con atino en Crossing Souls, y es que no sólo se limitan al encanto efectivo de la estética píxel. En este RPG de acción reviviremos varios géneros, como las plataformas, el beat’em up o las persecuciones en triple raíl. Con una jugabilidad cuya precisión imperfecta recuerda la tosquedad de un joystick, avanzaremos por una aventura cargada de hilarantes guiños a la cultura popular ochentera —nacional e internacional— presentes en cada elemento como escenarios, personajes secundarios o jefes finales. Aquí, controlaremos a un grupo de adolescentes con diversas habilidades que se adentrarán en una aventura paranormal con giros impactantes en la que no sólo experimentarán una crisis adolescente, sino que se enfrentarán a temas difíciles como la muerte o la pérdida. A través de la piedra Duat, el artefacto mágico que descubrirán nuestros pequeños héroes, nos moveremos entre el plano homónimo —donde aguardan las almas de los muertos el juicio del dios Osiris— y el físico para completar nuestra misión de salvar Tajunga, nuestro pueblo natal, y el mundo. Con una dificultad progresiva que culminará en fases complicadas en las que nuestra concentración, sincronización y reflejos, hallaremos el nivel de desafío propio de títulos de la vieja escuela contra jefes finales muy duros de roer, cuyo patrón de conducta deberemos estudiar para elaborar una estrategia que nos garantice la victoria, al mismo tiempo que revivimos la tensión de superar un reto en un salón recreativo.

Crossing Souls parlera avant tout aux trentenaires dopés à la “culture geek” des années 80 qui sont à la recherche d’un bon jeu d’action-aventure capable de leur évoquer de bons souvenirs. Filmiques, tout d’abord, avec de nombreuses références aux oeuvres de cette époque. Vidéoludiques, ensuite, grâce à du pixel art qui habille un gameplay simple et très efficace qui rappelle les vieux beat’em up des salles d'arcade. Comme dans toutes les quêtes initiatiques, l’amour et la mort se côtoient. Cette histoire de pierre magique qui mélange action, plate-forme et puzzle ne nous a en tout cas pas laissé de marbre.

Es cierto que Crossing Souls tenía un gran potencial y parece que todo el conjunto del título no está a la altura de las expectativas que ofrecía antes de su lanzamiento, pero en cualquier caso estamos deseando de conocer futuros proyectos de este estudio, ya que han demostrado su buen hacer. Ante nosotros tenemos un notable videojuego con una gran historia, que además ofrece un enorme trasfondo y un cuidado trabajo a nivel de referencias a series, películas y videojuegos. Sin lugar a dudas es uno de los lanzamientos indie más llamativos de los últimos meses en cuanto a desarrollos nacionales se refiere.

With its debut project, Fourattic has serviceably captured and recreated a period, with nostalgia and passion bursting through every seam. The 80’s was a helluva an era, and Crossing Souls is a lovely, familiar slice of it. But like the era itself, there are some lows. Crossing Souls’ amount of greatness is balanced by an equally abundant amount of mediocrity, for a final product that comes out somewhere in-between.

Some of the set pieces feel arbitrarily hard for no good reason, which is a real shame as for a game that focuses so heavily on story, you’ll occasionally feel you can’t go any further due to repeatedly failing the same section over and over again. The BMX section in particular is guilty of this and this reviewer had to stop short of completing the story due to being unable to get past another mini-game where you have to hammer buttons like you were playing Daley Thompson’s Decathlon on the Spectrum. Very frustrating.  A better option would be to give you the opportunity to bypass the section after a certain number of failures, the button hammering being a prime example where this could come into play.

Be prepared for the best and the worst of the 80s with Crossing Souls. For the most part, the action-adventure against the comfortable backdrop of the era’s popular culture is a heartfelt and charming trip down the memory lane. At its best moments, the game made me even feel like a kid again, and that’s hell of a triumph. The torturing endgame drags Crossing Souls needlessly down, and is a cold reminder that all those games we remember fondly from decades ago were actually a bit sadistic in their nature. Just stock up plenty of Sugaheart candies to the items hotbar when you’re about to brave the closing chapters, and you’ll be fine. Hopefully!

Crossing Souls es un muy lindo título de aventura, acción y plataformas, que rápidamente se ganará el cariño de los nostálgicos. Utilizando pixelart y una bella música, el juego nos transporta a los '80 con un grupo de protagonistas muy carismático y una trama entretenida. Uno de los indies más destacados en lo que va del año.

Crossing Souls est un jeu à l'image des productions Devolver Digital : généreux. En voulant rendre hommage aux 80's, les espagnols de Fourattic ont blindé leur bébé de références à la pop-culture qui raviront le cœur de millions de personnes. Une vraie et sincère lettre d'amour aux années 80. Avec un bon enchaînement action/aventure/résolution d'énigmes, Crossing Souls se renouvelle régulièrement, ce qui permet de maintenir un bon rythme tout au long des péripéties d'un été. Malheureusement, il manque cette petite chose pour nous faire pleinement vibrer, pour nous sentir totalement impliqué. De plus, la maniabilité capricieuse et des phases très mal calibrées nous ont sorti de ce trip rétro pourtant si attachant.

Crossing Souls is an interesting title. Absolutely in love with the pop culture of the 1980s, the title wears this love on its sleeve, and the charm of that is undeniable. Unfortunately, while the writing, art, music, and references are great, the gameplay peters out rather quickly. After a strong first couple of hours, full of interesting and layered puzzles, the last half of the title quickly devolves into no more than a collection of platforming and melee combat scenarios with little else to keep you going. The end result is game that’s fun and entertaining despite its gameplay, not because of it.

The first big project from a team of Spanish developers working out of an attic in Seville, Crossing Souls is a passionately made ode to an era, even if it occasionally feels underwhelming. From the plucky 2D characters to the synthesised background music to the dated-looking cartoon cutscenes, it captures the 80s perfectly. There is nothing original about this game, but that is why I enjoyed it.

On ne mentira pas, Crossing Souls dispose toujours d’un capital sympathie irréductible grâce à son design très réussi et à son rythme équilibré. Mais une fois la lune de miel des premières heures passée, le masque tombe. Malgré toute sa bonne volonté, le dernier-né de chez Fourattic est rarement plus qu’un gros gloubi-boulga d’influences diverses. Ses intentions sont sans doute louables mais à force de vouloir honorer ses classiques, il oublie un peu trop souvent d’apporter sa propre pierre à l’édifice auquel il rend hommage. Il en reste donc une aventure agréable mais dont les qualités à la fois ludiques, comme narratives, sont insuffisantes pour garder un souvenir impérissable.

Crossing Souls has a bunch of elements that should be right up my alley, but some flat writing and uninspired design really keeps it from hitting the desired marks. There’s a good idea here, and I have no doubt that a teen adventure starring ghosts and Egyptian Gods could be really dope, but a cool concept doesn’t make a great game. Instead, it just makes the end result all the more disappointing.

Fourattic ha sido capaz de sacar adelante un proyecto que ha tardado casi tres años en ver la luz del sol, pero la continua reverencia hacia otras obras, mecánicas y estilos ha hecho que acabe descuidando el propio y cometiendo errores de principiante. Un juego correcto, diluido en un mar de nombres que hace que el único que no destaque sea, precisamente, el suyo.

Crossing Souls no viene al panorama a maravillar al mundo, sino que busca contarnos una historia sobre cómo a veces debemos dejarnos querer por quienes nos rodean para poder empujar en contra del mundo. Lo más importante de esta obra no es su jugabilidad, ni tampoco lo es su trama; la clave de este juego salido de Sevilla es, sin duda alguna, su alma, y es con esta con las que viene a darnos unas lecciones de humanidad.

Crossing Souls está plagado de errores. Normalmente en un análisis de una obra así acabaría destripándola despiadadamente ¿Pero sabéis qué? He disfrutado de este juego. El título se deja hacer sin crispar al jugador y consigue que pase un buen rato. Y, de nuevo, se nota la pasión de sus creadores en cada momento, lo cual logra hacerme valorar esta obra. Estamos ante un título mediocre, sí, pero no pidáis más. Crossing Souls solo quiere entretenerte. y lo consigue.