FICHA DE CRÍTICA
Siempre es especialmente difícil hablar de un proyecto con tan buenas intenciones y, por desgracia, tan pocas ideas. Immortal Redneck no es, en absoluto, un mal juego, pero sus ganas de agradar no se corresponden con un resultado al que le falta algo de variedad, empaque y tamaño para destacar entre los pesos pesados de su categoría. Quizás no fuera eso lo que pretendía y sus intenciones pasaran tan solo por entregar un juego eficiente y desgarbado, exento de complicaciones; pero eso es lo que ha terminado por limitarle dentro de un género en el que cosas como esa son, justamente, las que lo alimentan.
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