Hamartia, la gran ciudadela, se convirtió en símbolo del pecado humano. Tras centurias de excesos, el castigo por fin llamó a sus puertas. En la oscuridad de la noche el caos lo invadió todo y las bestias comenzaron a rugir. ¡Nada volvió a ser nunca como antes! ¡Solo a un insensato se le ocurriría ir…
