Pudo ser el mejor juego español jamás creado, pero un selecto equipo de desarrolladores españoles no pudo con los contratiempos empresariales.
Corre el año 2000 y Pyro Studios se encuentra en pleno éxtasis de éxito de la primera entrega de su saga Commandos. Pero como siempre, el éxito -al igual que el fracaso- suele crear cismas…