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Vivimos en la era digital, eso dice todo el mundo y cada vez son más los síntomas del cambio. La actual crisis del COVID-19 no ha hecho sino fortalecer esta evolución y avanzar hacia un horizonte más digital: muchas empresas han visto la viabilidad del teletrabajo y muchas familias han visto que pueden estar más cerca de los suyos a través de las videoconferencias.
El videojuego, como elemento cultural fundamental de la sociedad actual está a la vanguardia de esta digitalización, y cada vez son mayores los beneficios que las empresas obtienen gracias a las ventas de sus juegos en versión digital. Pero a pesar de esta cada vez mayor digitalización, o quizás precisamente por ella, hay un mercado que sigue creciendo exponencialmente: el del merchandising de videojuegos. Y no sólo el que ofrecen las propias empresas de videojuegos: los jugadores de videojuegos van más allá y se crean sus propios artículos personalizados para sus comunidades gamer o sus equipos de eSports gracias a los servicios que ofrecen algunas tiendas online de regalos publicitarios como https://www.maxilia.es/.
Poder tener una figura de tu personaje de videojuegos favorito, o una edición especial del último videojuego de tu saga predilecta, o una camiseta con el logotipo de tu comunidad es importante para cualquier jugador de videojuegos que se precie, pues seguimos teniendo esa necesidad de reivindicarnos como jugadores ahora que ya no podemos lucir nuestra enorme biblioteca de juegos de Steam o de otras plataformas online en nuestra estantería.
Además, con el auge de los eSports, el mercado de merchandising se ha fortalecido: tal y como sucede con cualquier equipo de fútbol o baloncesto, los seguidores de equipos de eSports quieren lucir sus camisetas. De hecho, el merchandising es el cuarto foco de ingresos para cualquier equipo de eSports profesional.
Esta digitalización de la industria del videojuego podría hacer pensar que las clásicas tiendas físicas de videojuegos tendrían sus días contados pero, lejos de ser así, estas han encontrado su nueva gallina de los huevos de oro en dos elementos que no pueden obtenerse digitalmente: los accesorios y el merchandising. Tanto es así que si visitamos cualquiera de estos comercios veremos las estanterías repletas de estos productos, que han pasado a cobrar un protagonismo inusitado, no sólo porque suponen un elemento que puedan vender con cierta facilidad a cualquier comprador, sino que además obtienen un margen de beneficio mucho mayor, que podría rondar el 30%, más del doble del que pueden obtener, de media, por un videojuego o consola.
Si el panorama actual es tan alentador para el mercado del merchandising, ¿hacia dónde podemos avanzar? Pues probablemente hacia que cada vez sean más común que no sean sólo las grandes empresas las que obtienen beneficios del merchadinsing. Estudios independientes están consiguiendo beneficios extra vendiendo productos relacionados con sus videojuegos o publicando ediciones físicas y limitadas de sus videojuegos. Aunque su público es menor que el de una gran producción de una multinacional, a menudo es un tipo de jugador más dedicado y comprometido con el apoyo al videojuego independiente, y está dispuesto a invertir dinero en este tipo de productos, no sólo por el hecho de obtener el producto, sino también como un modo de apoyar al desarrollador. Además, aunque las unidades vendidas sean menores, el mayor margen de beneficio compensa la inversión y por ello cada vez son más los desarrolladores que piensan en el merchandising de videojuegos como una forma de obtener un mayor rendimiento de sus videojuegos.