Galacticon. Mitad Dios, mitad máquina

La industria española del videojuego está creciendo a pasos agigantados en los últimos tiempos. Cada vez más, nuestros videojuegos independientes llaman la atención del público internacional e incluso optan a grandes premios, codeándose con propuestas de mayor presupuesto. Sin embargo, y pese a que suelen tener menos foco mediático, nuestra industria también puede – y debe – presumir de sus extraordinarios desarrolladores ‘retro’. El año pasado fue Francisco Téllez el que sacó el excelente UnMetal; juego que además arrasó en los premios DeVuego 2021, pero cualquier juego de Locomalito, Dr. Kucho o Kaleido Games, por ejemplo, supone una oda a ese mundo retro-arcade que tanta gente añora.

Radin Games es otro ilustre miembro de esta lista de retro-devs españoles. Después del excelente Eternum, analizamos su segundo videojuego: Galacticon. Lanzado en el 2022, está llamado a convertirse, desde ya, en un imprescindible para cualquier amante de las máquinas recreativas y tablas de puntuación.

Aniquilando a la humanidad

Los humanos, raza conocida por su codicia, han esclavizado y explotado a la mayoría de civilizaciones de la galaxia. En una decisión desesperada, el consejo Interestelar decide invocar al Galacticon, mitad dios, mitad máquina, con la esperanza de exterminar a esta peligrosa plaga.

Galacticon se presentó al mundo con motivo del primer concurso de desarrollo organizado por Museo Arcade Vintage, proclamándose ganador de dicho evento. Por tanto, el videojuego está concebido para jugarse en máquina recreativa. Esto significa que el argumento es totalmente secundario y todo se focaliza en ofrecer altas dosis de intensidad desde el momento en que pulsamos el botón de inicio

El gameplay es sencillo en apariencia. En cada nivel habrá que rescatar a doce seres alienígenas que la humanidad tiene esclavizados. Una vez cargados en las tres cápsulas a nuestra disposición, tendremos que llevarlos a nuestra nave y ponerlos a salvo. Evidentemente cada nivel estará repleto de enemigos de lo más variopintos que intentarán poner fin a nuestra misión.

Cada nivel se divide en dos partes. La primera es un escenario estático en el que la misión es recoger a los esclavos y depositarlos en las diferentes cápsulas. Tirando de jet-pack y a golpe de pistola laser tendremos que evitar o aniquilar a las decenas de enemigos que aparecerán en pantalla. Con las cápsulas cargadas de supervivientes, toca enfocar la segunda parte: una fase de ascenso en la que sortearemos enemigos y meteoritos hasta llegar a la nuestra nave espacial. Llegados a este punto, en función de nuestro desempeño, el cual tendrá en cuenta variables como el tiempo restante o la cantidad de enemigos aniquilados, se nos dará una puntuación.

Galacticon no es sólo recoger supervivientes y depositarlos en la nave. Si queremos obtener la máxima puntuación tendremos que estar atentos al clan o sociedad de éstos. Por lo que parece, los alienígenas azules se encuentran inmersos en una guerra a muerte contra los rojos, de modo que si en una de las naves de rescate uno de los dos bandos es mayoría, asesinarán brutalmente a la minoría. Por suerte, hay un tercer bando, los marrones, que no están en guerra con nadie y pueden coexistir sin problema con los rojos o azules. ¿Resultado de estos conflictos interestelares? Que si queremos una puntuación decente habrá que intentar meter en cada nave de rescate a supervivientes de la misma colonia; lo cual no es fácil cuando decenas de hordas enemigas nos acosan desde todos los ángulos de la pantalla.

Diferentes ítems nos facilitarán la tarea de rescate. Podremos coger mejoras de disparo, escudo, tiempo adicional, una bomba que destruye a todos los enemigos y, ocasionalmente, una vida extra. Todas estas mejoras – salvo la vida – son temporales. Así que habrá que aprovechar bien estos valiosos segundos.

Fácil de jugar, difícil de dominar

Completar las oches fases de Galacticon por primera vez no es complicado, al menos si eres un jugador habitual de este tipo de propuestas ochenteras. Pero si la intención es la de llegar a lo más alto del ranking hay que hacer mucho más. Cada vez que completamos las fases, comenzaremos de nuevo, con un incremento significativo de dificultad: más enemigos y con más mala leche. Algunos incluso atacarán directamente a los aliens que ya hemos puesto a salvo en las cápsulas de rescate.

Una vez terminada la partida, se nos dará una puntuación que podremos incluir en el ranking mundial si escaneamos un código QR con nuestro móvil. Además, cada vez que juguemos y usemos el QR se nos desbloquearán secretos para las fases de scroll vertical del juego que nos ayudarán a darle un empujón a la puntuación final o contenido extra como el arte de la carátula del videojuego.

El encanto de los 8 bits

El trabajo en píxel-art de Galacticon es extraordinario, con la posibilidad de activar el scan-line típico de estas propuestas retro. La concentración del jugador debe ser tal durante las partidas que seguramente pasará por alto numerosos detalles que demuestran la pasión de Radin Games por la época ochentera. Si prestamos atención, veremos que, por ejemplo, los escenarios son claros homenajes a algunas de las obras que han marcado las vidas de toda una generación: Star Wars, Alien, Star Trek o Dune, entre otros.

Galacticon, durante la mayor parte del gameplay, carece de acompañamiento musical y nos limitaremos a escuchar los típicos sonidos chiptune de los disparos, explosiones o incluso de los alienígenas que tenemos que rescatar. Se nos escapará más de una risa cuando escuchemos el último grito de los alienígenas al morir de una brutal caída o debido a un motín en la nave. Sí que aparecerán pequeñas melodías en la pantalla de inicio, fases de scroll vertical o al perder partida.

Sólo puedo definir Galacticon como una joya retro muy adictiva a la que llevo enganchado dos semanas aún sabiendo que carezco de la habilidad necesaria para llegar al podio del ranking mundial. Los controles responden a la perfección y la curva de dificultad está bien medida para que podamos divertirnos desde el principio y vayamos adquiriendo habilidad poco a poco. Da igual si acabamos de terminar una partida con una excelente puntuación, querremos jugar más para intentar superarnos.

Conclusión

Por mi edad, yo no viví la época de oro de los 8 bits y tampoco he jugado demasiado en máquinas recreativas, pero si tuviera una, querría que en ella hubiera un juego como Galacticon. La propuesta de Radin Games de salvar alienígenas al tiempo que evitamos hordas de enemigos es intensa, frenética, difícil y, ante todo, divertida. Una joya que no puede faltar en nuestra biblioteca.