DestacadoAnálisis

Vegangsters, donde los vegetales toman cartas en el asunto

Me gustan los vegetales. Para comer, quiero decir, en general, casi todos. La mayoría. Aún así, mi querencia por este tipo de seres vivos nunca me ha hecho verlos como potenciales protagonistas de un videojuego. Ni de nada en realidad que no sea mi plato. Pero Vegangsters, el primer videojuego del estudio barcelonés Poison Pill Games me ha hecho abrir mi mente hacia nuevas posibilidades.

Vegangsters es, en pocas palabras -y no se necesitan muchas más, en realidad-, un roguelike de construcción de mazos con mecánicas en tiempo real, protagonizado, como su nombre indica, por gangsters vegetales. Y cabe remarcar lo de «mecánicas en tiempo real», porque es verdaderamente lo que dota de personalidad respecto a su principal y obvia inspiración: Slay the Spire. También lo de las vegetales, claro.

Controlaremos inicialmente al inspector Patt Attitas (aquí los juegos de palabras con los nombres están a la orden del día como podéis imaginar) y nuestra misión será limpiar las calles de Tubercle City de las semillas, raíces, tubérculos, tallos, bulbos y demás familia más despreciables de la ciudad (aquí si le preguntáis a un niño de 3 años os dirá que todos los vegetales son despreciables pero nos entendemos). Barrio por barrio, iremos enfrentándonos a diversos enemigos en el orden en el que estimemos oportuno, lógicamente dejando al jefe de turno para el final pero afrontando el resto de desafíos según el tipo de recompensa que queramos obtener (mejoras de salud, de velocidad, de cartas, etc). No faltarán los lugares para recuperar vida, las tiendas y los eventos especiales donde conseguir nuevas cartas, objetos y otros elementos para el juego.

El modus operandi será familiar para cualquiera que haya jugado un roguelike de cartas: cartas de ataque y armadura básicas, otras que combinan ambos conceptos, cartas que mejoran atributos o «bufos» y cartas que empeoran atributos o «debufos». Elegir sabiamente qué cartas usar en cada momento de las que caigan en nuestra mano es lo fundamental, a la vez que elegimos cuidadosamente la siguiente carta que se incorporará a nuestro mazo para que encaje con nuestra estrategia de juego.

Pero como decía, en Vegangsters hay un elemento que condiciona especialmente el curso de la partida y es que nuestro personaje y enemigos «viajan» por una línea de tiempo que, dividida en tres puntos clave o «paradas», determina quien será el próximo en realizar su próxima acción, ya sea atacar, defender o lanzar algún tipo de efecto especial. Por supuesto cada personaje tendrá su propia velocidad base, unos atacarán más frecuentemente y otros menos, pero esta velocidad puede verse alterada a lo largo de la partida. Lo mismo sucede con las cartas, puesto que cada una tendrá su propia velocidad -por lo general, inversamente proporcional a su poder-, así que es este un elemento esencial a tener cuenta en nuestra estrategia. Además, a lo largo de esta barra de tiempo habrá ciertos eventos a los que nos puede interesar llegar primero (por ejemplo para aumentar nuestro escudo) o todo lo contrario (puesto que nos causarán un efecto negativo). Tras producirse las tres paradas de la barra, se termina la ronda, las cartas que todavía estén en nuestra mano desaparecerán y recibiremos una nueva mano, con suerte, mejor que la anterior.

Gracias a esta mecánica Vegansters no es un roguelike de construcción de mazos más, sino una aproximación mucho más dinámica a este género. Que la secuencia de acciones no sea siempre la misma es algo que se agradece cuando precisamente una parte vital de este tipo de juegos es repetir una y mil veces combates contra los mismos enemigos. Además, podemos desbloquear un nuevo protagonista -Sweet, hermano de Patt-, que tiene sus propias características diferenciales.

No me olvido de la temática vegetal. Es verdaderamente reseñable que el estudio no haya querido que esta estética sea una mera anécdota y excusa para hacer algunos chascarrillos aquí y allá con los nombres, diálogos y demás. Se nota que han trabajado duro, cuidando el diseño de todos y cada uno de los personajes, las cartas, los escenarios y todo lo que aporta a que esta temática «mafioso-vegetariana» tenga sentido y coherencia estética. En realidad se nota que el juego en su conjunto ha sido tratado con mimo y atención a los detalles, algo que se agradece siempre pero especialmente en este tipo de juegos donde incluso los referentes del género a menudo no cumplen con esta premisa.

Conclusión

Como roguelike de construcción de mazos, Vegangsters destaca más por lo segundo que por lo primero, pero sus mecánicas de tiempo hacen los combates más dinámicos y variados que la mayoría de juegos del género. Además, la temática vegetariana, lejos de ser una mera anécdota, lo dota de personalidad gracias al mimo que ha puesto Poison Pill Games para hacer un juego cuidado en todos sus apartados. Recomendadísimo si te gusta el género. Si además te gustan las verduras para algo más que comerlas, imprescindible.

Jugado en PC (Steam) gracias a una clave facilitada por Pixel Hype.

Autor

Padre | Informático | Gamer | Metalero
Comunicador y documentalista de videojuegos

Creador de DeVuego, DoblajeVideojuegos, DeVuego LATAM o PonVozATuJuego, entre otras.

Yova Turnes

Padre | Informático | Gamer | Metalero Comunicador y documentalista de videojuegos Creador de DeVuego, DoblajeVideojuegos, DeVuego LATAM o PonVozATuJuego, entre otras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.