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Morkull Ragast’s Rage – El dios macabro parlanchin

Morkull nos presenta al dios de la muerte y la oscuridad. Un ser diabólico que fue encerrado por sus fechorías y castigado a vagar eternamente por el inframundo. Pero, Morkull no es un villano cualquiera, él sabe que es el personaje de un videojuego y que nosotros lo controlamos.

Una tarde cualquiera, te dispones a jugar a ese videojuego al que le tenías tantas ganas. Pulsas play y la aventura comienza. Al principio te cuesta hacerte a los controles, los metroidvania siempre te ponen las cosas difíciles. Pero, algo ocurre… la pantalla hace cosas raras, y el personaje, un tal Morkull, se dirige a ti:

—He tú… cacho carne, me vas a ayudar a salir de este infierno.
Los Desarrolladores han cometido mil fallos en la programación y vamos a aprovecharnos de ello.

¿Me lo dices a mí? ¿Es a mí?


Al principio te extraña, y te choca. Pero, como el tío no para de hablarte, empiezas a sospechar que la cosa va en serio y debes ayudar a ese dios de la muerte y señor de todos los Ragast. Los Ragast, seres del inframundo, castigados y ultrajados a sufrir todas las penurias inimaginables. Pero ya están cansados, ha llegado su hora. La hora de vengarse y tomar el inframundo. Su líder, Morkull, está más que preparado para llevar esa empresa.

Morkull es descarado y de actitud muy chulesca. Es un Dios al que han traicionado y quiere vengarse como sea. No quiere estar metido en el videojuego y pegar saltos como si fuera un grillo. Quiere almas y muertes. A ser posible con nuestra ayuda, ya que el solico no puede moverse. Es hora de la venganza que lleva años maquinando.

El juego tiene una fuerte influencia en Hollow Knight, se nota tanto en la elección de colores, predominando los azules y morados, como en dificultad de sus fases y enemigos. Pero la historia es más cortita y menos compleja. En apenas 2 horas ya lo habremos completado, a falta de secretos y demás.

Su protagonista, Morkull, nada tiene que envidiar al bichillo, protagonista de ese juego. Se defiende bastante bien en los combates, y en los saltos más complicados que nos podamos imaginar.

Morkull – luces y sombras

Cada zona cuenta con una identidad propia, desde sombrías criptas y lúgubres mazmorras hasta imponentes fortalezas infernales y paisajes corrompidos. Todo lleno de ese tono violáceo que remarca y envuelve todo el juego. El arte es sin duda el punto más fuerte con el que cuenta Morkull. Los escenarios son una caja llena de detalles en sus fondos, donde todo tiene un motivo y un porqué. Otro de sus puntos fuertes, son sus diálogos, donde un humor socarrón y gamberro, inunda toda la narrativa.

El dios Morkull se dirige a nosotros, casi llevándonos de la mano por el mundo que una vez gobernó. Nos dice qué debemos hacer y cómo superar ese obstáculo que se nos resiste. También nos va contando su historia, el porqué lo traicionaron y cómo se vio convertido en personaje de videojuego. Todo ello rompiendo la cuarta pared una y otra vez, motivo por el cual el juego hace que el jugador se sienta totalmente participe en su historia.

Nuestro protagonista es macabro, vengativo y extremadamente hablador. Llegando en ocasiones a cansar por su constante parloteo y sus ansias de protagonismo.

Conclusiones

Morkull es el juego que no solo rompe la cuarta pared, las rompe todas para desafiarnos y desquiciarnos con su complejidad y chistes malos.

Disaster games nos presentan un juego en el que en apenas 2 horas, su protagonista logra colarse en nuestros dispositivos y nos convence para que le controlemos… bueno, seamos nosotros los controlados. Controlados y manipulados, por un dios de la muerte que no se calla ni debajo del agua. Un personaje que se mueve por sus ansias de venganza, y tiene muy pocos aliados. Aliados, los cuales tendremos que convencer, con su labia, de que se unan en una rebelión infernal para superar la liberación de todos los Ragast.

Un juego lleno de saltos complejos, enemigos imposibles, desafíos a la gravedad y muchos diálogos. Morkull se cree Deadpool con ínfulas de dios de la muerte. Un personaje que desborda humor y carisma y nos hará soltar más de una carcajada.

Pero, a pesar de que su lanzamiento fue en marzo de este mismo año para steam, y con varios fallos en su haber. El juego sigue sin reparar esos fallos. Como, por ejemplo, que el texto se salga del cuadro de texto y no este bien encuadrado. Al principio pensaba que era una mecánica más, al ser el protagonista, un «rompe juegos», pero no. Es un fallo, porque en otras zonas los diálogos aparecen bien.

Más fallos: se cuelga, sobremanera, cerrándose el propio juego. Esto al principio, pues puedes llegar a entenderlo. Pero después de casi dos meses, ves que el juego no se va a reparar y que ese parche, tan necesario, no llega nunca.

Yo lo he jugado en Steam Deck, y a pesar de esos fallitos, es un juego perfecto para consolas portátiles tales como esta y la Nintendo Switch, la cual cuenta con una preciosa edición del juego en físico con un montón de material.

Morkull un juego que nos desafía de dos maneras: en superar el vacío entre saltos y en que seas capaz de soportar los diálogos de este Dios demonio parlanchín.

Autor

Redactora y creadora de contenido en mis ratos libres en OrgulloGamer donde también llevo la mentoría de Steam y el Twitter/ X, también me podéis leer en DeVuego, ⁣ en Nivel Oculto en mi blog y en mi Patreon de mi pasión favorita: los videojuegos.

Isthar Vega

Redactora y creadora de contenido en mis ratos libres en OrgulloGamer donde también llevo la mentoría de Steam y el Twitter/ X, también me podéis leer en DeVuego, ⁣ en Nivel Oculto en mi blog y en mi Patreon de mi pasión favorita: los videojuegos.

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