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Análisis de Un Sant Jordi de Paper

Vivir en el extranjero te hace valorar mucho más lo bueno de tu país; curioso que a veces sea la distancia lo que nos haga apreciar verdaderamente las cosas. Obviamente, cuando hablo de mi cultura tengo muy claro que de ciertas tradiciones arcaicas jamás hablaré -por mucho peso que puedan tener para cierto sector- pero siempre menciono y me extiendo a la hora de describir una de las más bonitas que tienen lugar en nuestras fronteras, pese a que no sea propia de mi región: Sant Jordi, con su leyenda, sus rosas y sus libros.

Este 2024 Sant Jordi ha tenido un peso relevante dentro de la industria del videojuego gracias a la creación de la Sant Jordi Jam 2024, cuyo tema era ofrecer una interpretación de la leyenda de Sant Jordi o de la Diada. De entre todos los juegos enviados (confieso que no he jugado todos) el que necesito destacar en estos últimos compases del año es Un Sant Jordi de Paper, de Narvalian, una propuesta-demo que tiene pinta de convertirse en un juego mucho más grande en el futuro, habrá que seguirle la pista.

Un Sant Jordi de Paper es una aventura cortita plataformera en la que controlamos al caballero en su periplo por rescatar a la princesa. Atravesaremos varios niveles con cuidado de no caer por los precipicios al tiempo que acabamos con algunos bichejos y, finalmente, nos enfrentaremos al malvado y temible dragón. La parte plataformera es bastante sencilla; no obstante, pese a su brevedad se percibe un buen diseño de niveles y al final habrá que concentrarse un poco si no queremos morir tontamente. Sin embargo, el punto fuerte del juego es la batalla contra el jefe final que, sin ser difícil, un par de muertes sí que me ha costado ya que requiere algo más de paciencia y concentración para aprender sus patrones de movimiento y evitar todos sus ataques. Hasta aquí, parece un juego bastante normalito de jam, donde brilla con luz propia es al combinar toda esta jugabilidad con su bellísimo apartado gráfico.

Toda la estética del juego se basa en la idea de que estamos visualizando un teatrino de cartón y que alguien, desde abajo, está moviendo a los diferentes personajes. Similar a la saga Paper Mario, todos los elementos repletos de color y con un tono de cuento -lo que es, al fin y al cabo- están realizados de papel y cuelgan de hilos o se alzan gracias a trocitos de cartón. Los árboles realizados con dos trozos de cartón plegados, las nubes, los enemigos y el caballero recortados sobre el papel, las plataformas que parecen cajas de cartón, el telón que se abre y se cierra y el colofón con un impresionante dragón final a base de papel y cartón; todo funciona a las mil maravillas y nos deja con las ganas de una aventura mucho más larga que pueda aprovechar al máximo las posibilidades de esta estética.

Conclusión

Autor

Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

GDejota

Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

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