Hablar de DevilishGames es hablar de historia de nuestra industria y del videojuego español en general, pero incluso para los creadores de títulos tan emblemáticos como King Lucas, Onirike, Path to Mnemosyne o Minabo, hay sitio para publicar propuestas externas. Nimbusfall supone el debut del desarrollador independiente GodziPixel en solitario (lo que se conoce en el mundillo como “solodev”) y mejor padrino no ha podido buscarse para la ocasión. Nimbusfall es un juego de corte Boss Rush muy desafiante que no tiene nada que envidiarle a los clásicos del género, y antes de comenzar dejadme deciros desde ya que merece la pena, y mucho.
Un Boss Rush con sabor a clásico
¿En qué consiste Nimbusfall? La premisa es muy sencilla: La Luna ha exterminado a tu raza y se ha escondido en su torre protegida por 25 guardianes, como último superviviente que eres, te toca buscar venganza. Y es que para este tipo de títulos no necesitamos de una narrativa elaborada ni grandes dosis de lore. Dame el mando, explícame un poco la situación y que comience la masacre.
Evidentemente con este tipo de propuesta, hay mucho título clásico que se os puede venir a la mente (y con razón). Y es que si en estos momentos estás pensando en Shadow of the Colossus o Titan Souls no te culpo, ya que la inspiración es evidente. Sin embargo Nimbusfall sabe diferenciarse de sus predecesores añadiéndole varias capas de jugabilidad que lo hace un título muy interesante y divertido a la par que accesible. Un título que sabe recoger toda la esencia del género, lo adorna con una banda sonora chiptune de lo más pegadiza y un pixel art simple pero efectivo que le viene como un guante, lo empaqueta a precio de regalo y listo, a disfrutar.
Jugabilidad: Véngate como más te guste
Al iniciar Nimbusfall podemos elegir entre cuatro modos de dificultad: Fácil, Normal, Difícil y Locura. Cada uno de estos modos determinará la cantidad de guardianes que tendremos que derrotar (siendo 13, 15, 17 y 25 respectivamente). Acto seguido seleccionamos el número de jugadores (porque sí, Nimbusfall se puede jugar con un amigo) y la cantidad de vidas con las que queremos afrontar la run (0, 5 o 10). A partir de este momento comenzamos una serie de enfrentamientos contra tantos jefes como pisos correspondan. Contamos con un arma que tendremos que cambiar entre combates, una barra de salud, un combo de hasta tres ataques básicos, un salto, un dash, un ataque aéreo y un ataque especial cuyo medidor se irá llenando conforme encadenamos golpes. Estas son nuestras herramientas, a partir de aquí lo único que necesitamos es mucha paciencia y memorización.
Que un título de este estilo nos brinde esta cantidad de opciones de configuración me parece, particularmente, de lo más acertado. No es que vayamos a entrar en el debate de la dificultad aquí pero, las cosas como son, se agradece disponer de todas estas posibilidades. Esto hace que el título gane en accesibilidad, haciéndolo mucho más amigable tanto para con el jugador primerizo como con el veterano del género, animando a ambos a llevar sus habilidades al límite. Porque aquí está el truco de Nimbusfall, si seleccionas el modo Fácil (lo cual recomiendo y mucho en vuestra primera partida), cuando superes al último jefe la run terminará de forma abrupta y el héroe se transportará a, literalmente, la pantalla de título. Con esto el mensaje de GodziPixel es claro: “¿Quieres saber más? Sube la dificultad e inténtalo de nuevo”, punto a favor para la rejugabilidad.
Guardianes de todas las clases, colores y sabores
Porque otra cosa no sé, pero en cuanto a variedad, Nimbusfall nos ofrece toda la que queramos y más. Cada uno de los 25 guardianes del juego tiene sus propias características, set de movimientos y un diseño acorde con cada uno de ellos (aparte de ser gigantescos en su mayoría, como marcan los estándares del género). De esta forma si el guardián es un alienígena, nos atacará con disparos láser; si es volcánico, con rocas y lava; si es un ser del bosque, usará raíces como arma. Tal es la variedad de diseños de los guardianes que no se puede poner en duda que GodziPixel está familiarizado con el género y ha hecho los deberes muy bien, tanto que incluso se permite incluir un guardián que para mí es un guiño clárisimo a cierta criatura clásica de Dungeons & Dragons (y hasta aquí puedo leer para no estropear la sorpresa).
En cuanto al set de movimientos y patrones de ataque de cada guardián, sobra decir que estos van en aumento y complejidad conforme aumentamos la dificultad de la run. En general todos están bastante claros, avisan muy bien de sus intenciones para que nos anticipemos y son relativamente sencillos de contraatacar una vez damos con la tecla. Aunque tengo que decirlo, algunos de ellos son excesivamente complicados de esquivar e incluso pueden llegar a encadenarse mientras nuestro héroe está inmóvil recibiendo daño sin posibilidad de escape.
Por último, y rescatando el tema de la rejugabilidad, el juego nos obsequiará tras cada enfrentamiento con dos recompensas: Un trofeo por vencer al guardián y una calavera si lo hemos conseguido sin recibir daño. El desafío está claro, ¿verdad? ¿quién será el campeón que consiga las 25 calaveras en el modo Locura?
Diseño: Rápido, directo y con un punto aleatorio
Juega rápido. Muere. Repite más rápido.
Unas de las cosas que, personalmente, hicieron que desistiera de completar al 100% Titan Souls eran las pocas herramientas que tenía a mi disposición y la lentitud en la transición entre los (muchos) intentos que requería. Nimbusfall sortea perfectamente esas complicaciones, de la primera ya hemos hablado hace dos secciones, y la segunda es algo que no quería dejar pasar desapercibido. Y es que el tiempo que transcurre entre nuestra derrota y el siguiente intento es casi inexistente, no tenemos tiempo de pensar ni de relajarnos, no tenemos ningún camino que recorrer de nuevo, ni interacción posible. Simplemente pulsamos un botón un par de veces y ya estamos de nuevo en el combate. Esto os va a provocar constantemente esa sensación clásica de “una más y lo dejo” que tanto nos gusta y que, no nos engañemos, no cumplimos nunca.
Porque al igual que con el título de Devolver Digital, en Nimbusfall vas a morir, y mucho. Los guardianes son implacables y sus patrones de ataque van tornándose más complejos conforme avanzamos, ellos incluso pueden cancelarnos nuestro ataque especial (algo especialmente frustrante) pero nosotros a ellos no. La toma de decisiones en el combate es crucial si queremos sobrevivir, y posiblemente te sientas tentado a arriesgar un par de ataques más porque crees que estás a punto de vencer pero lo más seguro es que el resultado sea fatal (imposible aquí no acordarnos de nuestros “queridos” Souls).
Aleatoriedad.
Esto nos lleva al factor suerte de Nimbusfall, a todas luces un arma de doble filo. La aleatoriedad afecta principalmente a dos aspectos del juego: El arma que nos va a tocar para encarar el siguiente combate, y la velocidad de ataque y número de combos de los guardianes.
Se puede dar perfectamente el caso de que en un enfrentamiento el guardián sea extremadamente agresivo y encadene varios ataques a la vez, pero que en el siguiente intento apenas realice dos combinaciones juntas. Con las armas pasa igual, nos puede tocar un arma muy poderosa o una extremadamente débil o, peor aún, que no sea adecuada para un tipo concreto de guardián. El comportamiento de los jefes varía en función de cada intento, pero el arma no se puede cambiar, por lo que te puede pasar como a mí: me quedé atascado en el penúltimo combate del modo Difícil con un arma a distancia contra un guardián que necesita de ataques de rango corto. Esto puede llevar a pensar que el juego simplemente “tira un dado” y que el random no tiene en consideración la situación de la partida para establecer las opciones.
Unas apreciaciones finales
Me encanta cuando un desarrollador coge un género y exprime todas sus posibilidades. La personalización de las partidas, los muchos modos de juego y los desafíos adicionales hacen posible que, aunque tengamos la sensación de haberlo jugado todo, todavía nos podamos sorprender. Nimbusfall ofrece en su simpleza un abanico de posibilidades que va a darte más de lo que recibe a cambio. La cantidad de opciones, la posibilidad de jugar a dos mandos y el ritmo rápido de sus partidas, unido a la frustración de habernos quedado “a un toque” de vencer a un guardián, incluso ese punto de “injusticia” por la aleatoriedad, todo suma en un título que nos ofrece una experiencia la mar de satisfactoria.
Quizás, y a modo de feedback personal, controlaría más el factor suerte para no tener precisamente esa sensación frustrante de ver como la run que tanto esfuerzo nos está costando, se arruina por una mala asignación de arma. Por otro lado, y en relación al párrafo anterior, el resultado global sería redondo si hubiera más modos como, por ejemplo, uno completamente aleatorio donde la sucesión de guardianes fuera al azar; o un modo personalizado donde establecer el número de guardianes, restringir las armas, habilitar/deshabilitar el ataque especial, jugar con un solo punto de vida, etc.
Conclusión
Nimbusfall da exactamente lo que promete: un título sencillo y directo, con unos combates profundos, de complejidad creciente y con un estilo artístico de lo más característico. No exento de algunos problemas como su dependencia del azar en según qué momentos, pero que lo compensa de sobras con una generosa cantidad de contenido y con un nivel de dificultad que va desde lo más sencillo a un nivel de exigencia digno de los grandes del género. Un juego altamente recomendable que toma el legado de sus predecesores, le da varias vueltas, y le otorga personalidad propia. El debut de GodziPixel en el mundo del desarrollo, con DevilishGames como publisher, no podría haber sido mejor.
Autor
Clase dual (Programador/Filólogo), antes era solodev y ahora estoy en proyecto de divulgador e investigador académico en game studies, próximamente multiclase. Friki a tiempo completo y amante del videojuego de terror en todas sus facetas. Creo contenido, juego, leo manga y escribo, a veces varias de estas cosas a la vez.