Mika and The Witch’s Mountain es el nuevo juego presentado por el estudio Chibig (Summer in Mara, Deiland, Ankora). Para esta entrega, han colaborado con otro estudio, Nukefist. No es el primer juego que Chibig saca en colaboración con otro estudio, el año pasado, junto a Talpa Games, sacaron a la luz Koa and the Five Pirates of Mara.
En este caso, Mika and The Witch’s Mountain nos presenta la historia de Mika, una pequeña aprendiz de bruja que debe aprender a aplacar su arrogancia. Para ello, se verá en la necesidad de convertirse en repartidora, mejorando así sus lecciones de vuelo con escoba. A través de estos recados, iremos conociendo a los habitantes de la isla y nos encontraremos con míticos personajes del UCC (Universo Cinematográfico de Chibig). Y sí, he hecho esa broma porque encontraremos a diferentes personajes queridos e icónicos de juegos previos del estudio.
Juego de chill con un gameplay sencillo, pero difícil de olvidar.
El core del juego es muy sencillo, recibimos una petición de entrega, se lo damos a la persona que tiene que recibirlo y nos mandan una nueva tarea. Vamos, lo que es trabajar de repartidor pero sin tener que usar botellas vacías para usos secundarios y sin una empresa capitalista por detrás metiéndote presión. ¿O sí? Ah, que sí, que en el juego contamos con un explotador capitalista que contamina el planeta. De nuevo, la narrativa del UCC se encarga de hacer una reflexión sobre ecologismo y bienestar social. Aunque los diálogos están llevados de la mano de una niña y el público objetivo pueda parecer el infantil, tiene una reflexión y una lectura digna de todos los públicos.
Pero no solo tenemos esa trama generalizada, de la que en realidad me hubiese gustado que se profundizase más, como en Summer in Mara. También contamos con pequeñas tramas familiares, al igual que se habla de aceptación e identidad. Donde la bondad y las buenas acciones hacen que el mundo avance como es debido.
Volviendo al gameplay, nos encontramos con un loop sencillo, que nos permite explorar la isla y todo el espacio jugable. Cada misión nos lleva de un lado a otro, permitiéndonos avanzar y encontrar nuevos secretos o coleccionables en cualquier esquina. Podremos customizar la ropita de Mika y escoger entre los cuatro atuendos disponibles. También podremos mejorar nuestra escoba, que nos permitirá descubrir nuevos lugares y secretos dentro de la isla.
Sin duda, un juego rutinario que sabe calmar el corazón y hacer que nos evadamos de nuestro día a día aunque sea un ratito. Y quien dice un ratito, lo dice verdaderamente. A diferencia de sus otros juegos, Mika and The Witch’s Mountain tiene una duración reducida. Y aquí entro un poco en debate: ¿Quiero una historia más extensa donde la cadena de misiones sea tan larga como Summer in Mara? Por supuesto. Ahora bien, ¿cuánto tiempo y trabajo hubiese requerido a los Devs haber hecho un espacio más extenso con todos los requisitos de su juego? Demasiado. Se os podrá hacer todo lo corto que tu quieras el juego, pero el mimo y la calidad con la que está hecho…
Trabajar en un desarrollo con un equipo reducido es una locura. Y, aunque la línea de misiones parezca reducida, pulir ese arte, con esas animaciones y cinemáticas tan punteras… Tiene mucho trabajo. Y ya ni hablemos de lo bien implementado que está el movimiento con la escoba. Perfeccionar esa mecánica, hacer que se sienta tan natural en relación con el espacio habrá tenido que ser una locura. Así que aprovecho para felicitar a los desarrolladores por su trabajo y a los usuarios para que reflexionen el trabajo que hay por detrás de lo que consumimos.
El estilo Chibig vuelve a embaucarnos.
Uno de los puntos fuertes referentes de este estudio no ha decepcionado en esta nueva entrega. Ese registro artístico tan adorable y con tanta personalidad ha vuelto a las andadas. Aunque sea muy similar a otras entregas, los personajes y el entorno se sienten aún más pulidos y con efectos adorables. Mika no busca apelar al realismo, sino a ese estilo chibi, como bien dice el nombre del estudio, con elementos cartoonizados que gusta tanto a adultos como a niños. La isla, acompañada por sus efectos y ráfagas de viento, sabe mostrar una sensación que realmente parece que estamos rodeados de magia.
Ha habido momentos en los que, mientras estaba jugando, dejaba de focalizarme en las entregas y me dedicaba única y exclusivamente a explorar, a admirar el entorno y la belleza que trae consigo.
Y no solo el entorno me parece impresionante, el diseño de personajes me parece fascinante. Siguen mucho la línea de sus otros juegos, donde cinemáticas y personajes que hablan tienen desarrollo en 2D, mientras que cutscenes y gameplay en 3D. A pesar de estar trabajado por diferentes artistas y registros visuales, han sabido mantener una coherencia de estilo donde se complementan perfectamente. Las expresiones, acompañadas de pequeñas onomatopeyas sonoras de los personajes, hace que nos adentremos en los diálogos, pudiendo interiorizar la personalidad de quien esté hablando.
Siguiendo con el diseño de personajes, hay que destacar el trabajo que hay frente a las razas de los diferentes personajes, donde se rescatan diferentes humanos y humanoides del UCC. Esta variedad hace que el worlbuilding que acompaña a Mika sea rico y con la posibilidad de poder explotar la narrativa de este universo hasta el infinito. No solo se rescatan conceptos de diferentes tipos de personajes, también aprovechan modelos de los personajes de otros juegos, como Koa, Mûn… Para introducirlos dentro del juego y así hacer un guiño a todos esos jugadores que hayan jugado a otras entregas.
Y si digitalmente el arte nos parecía bonito, ya ni hablemos de la versión física que van a sacar del juego. En efecto, se está preparando un juego de mesa basado en Mika y todo el lore que la rodea, pudiendo compartir su historia en el salón de tu casa, ya sea con familia o con amigos. Sin duda, Chibig sabe cómo explotar sus ideas y aprovechar su universo.
En general, Mika es un juego que no decepciona, con un gameplay la mar de satisfactorio y con un arte que llena el alma. Si tuviese que poner una pega sería la duración actual de la propuesta, y no porque lo critique como rasgo, sino porque me ha encantado tanto que me da pena haber tenido que decirle adiós tan pronto. Deseando ver qué nuevas propuestas nos trae Chibig dentro de su universo. Y quién sabe, tal vez veamos de nuevo a Mika muy pronto.
Autor
Game Designer que se toma la vida como un juego. Guionista galardonada con un Óscar por la película que se ha montado en su cabeza. Fanática de los videojuegos desde que tengo uso de memoria.
