Guayota es el nombre que daban los guanches (los aborígenes de las islas canarias) al espíritu maligno que habitaba en el volcán. Este ser era conocido como el destructor. Un demonio que habitaba en el Echeyde (Teide), lugar donde se sentía cómodo entre el azufre, y las llamas. Este ser permanecía dormido, y se temía el día en el que despertara, pues su destrucción no tendría límites.
La historia de Guayota comienza cuando el rey de España nos elige para enviarnos a una misión de exploración a la isla de San Borondón. Esta isla ya ha tenido muchas misiones fallidas. Nadie se atreve a pisar la isla de los dioses.
Los guanches advierten que esa isla tiene el mal dentro, y que, aunque es conocida como el Paraíso Terrenal, esconde oscuros secretos.
Iluminando el camino hacia Guayota
Como aguerridos exploradores que no tememos a nada, nos adentraremos en la montaña para desentrañar los secretos que esconden. Únicamente contaremos con la ayuda de una antorcha, y sin ella estaremos perdidillos.
El juego es de mecánicas muy sencillas y accesibles para todos. En la primera parte nos presentarán los puzles de luz, con los que abrir puertas y descubrir pasarelas y puentes. Pero llegaremos a un punto, que no podremos avanzar y en el que, lamentablemente, moriremos… o no. Ya que despertaremos en una sala con un mural con la historia de los aborígenes y una llamita azul que nos acompañará todo el juego.
Esta llama es nuestro pasaporte para descubrir la alternativa a los puzles. Cada sala cuenta con un mural que nos cuenta la historia de Guayota. Los murales son únicos, y los iremos guardando en un cuaderno para afianzar el relato que nos cuentan. Llegar hasta estos murales es cuestión de jugar con las piedras de luz, y los puzles que nos encontremos.
La llama de nuestra antorcha es nuestra vida; si perdemos por completo su luz, viajaremos al mundo de las sombras, donde los puzles se rigen por la luminosidad y la combinatoria.
Dos mundos en un mismo lugar
Cuando perdemos la luz, quien toma las riendas para que no caigamos en la locura, es la llama azul. Esta nos muestra una realidad diferente, donde los puzles en vez de ser con cuchillas rodantes, géiser de agua y esquivas constantes… son puzles de luz. Esta realidad alternativa o plano de la locura, se nos muestra como un gran laberinto lleno de muros de luz, que tendremos que atravesar para llegar al mural.
No hay camino bueno o camino malo. Explorar ambas dimensiones será crucial en tu misión por desvelar la verdad. Yo por ejemplo me sentía más cómoda en este plano, sus puzles me parecen más amables, que en la realidad, donde parece que todo quiere matarnos y apagar nuestra luz.
Elijas cuál elijas llegarás al mismo destino, que es conseguir la máxima información, rescatar a nuestros compañeros de expedición y salir del templo con vida.
Tanto en el plano de la realidad como en el de la locura, los desafíos a completar se basan en la luz. Bien sean con nuestra antorcha o con las piedras, incluso con láseres. Todos serán puzles luminosos, en los que, según avances, estos desafíos se irán complicando más y más, lo cual requiere que pongamos muchísima atención a la sala en la que nos encontremos y resolvamos los puzles con mucha calma.
Guayota es el primer trabajo de los Madrileños Team Delusion. Un jueguito pequeño, pero en el que se ve la dedicación y mimo que le han puesto. Tiene gráficos llenos de colorido y un doblaje narrativo maravilloso.
Cada templo es único, y las leyendas que nos cuentan en ellos se van formando para dar lugar a una historia redonda que te impacta y te maravilla.
Con un estilo de juego al alcance de cualquiera, Guayota se presenta como un juego de puzles de luz, en los que de fondo descubrimos la mitología canaria, llena de leyendas y seres antediluvianos. (Las fuertes influencias de seres que despiertan, mitos del mar, y otros seres terroríficos que nos recuerdan a Lovecraft). De mecánicas muy sencillas, el juego es excelente para jugar con mando y en la portátil, bien sea en Steam Deck o en la Nintendo Switch.
Conclusiones
El juego no te exige mucho, incluso te puedes pasar cada día un par de salas de desafíos, a tu ritmo, sin prisas ni estrés. Jugando con alguien a tu lado (cuatro ojos ven mejor que dos) para observar donde colocar las piedras, o cómo atravesar los muros sin bloquearnos el camino. Leyendo de vez en cuando lo que vamos descubriendo y sacando nuestras propias conclusiones.
En definitiva, Guayota es un juego de pasatiempos y puzles en los que parece que no pasan las horas y con el incentivo de descubrir una mitología maravillosa como es la Canaria.
Autor
Redactora y creadora de contenido en mis ratos libres en OrgulloGamer donde también llevo la mentoría de Steam y el Twitter/ X, también me podéis leer en DeVuego, en Nivel Oculto en mi blog y en mi Patreon de mi pasión favorita: los videojuegos.
