Todos los nacidos en los años 90 recordamos con nostalgia y ternura los clásicos juegos plataformas 3D con los que pasábamos las tardes saltando de un lado a otro: Mario 64, Crash Bandicoot, Banjo-Kazooie, Spyro, Croc, Conker y un largo etc. Juegos de una calidad altísima pertenecientes a un género que hoy parece olvidado. Los plataformas abundan, y muchos en entornos tridimensionales, pero con mucha frecuencia las mecánicas de movimiento se limitan al desplazamiento lateral. Por suerte, en el mundo indie siempre hay estudios dispuestos a rescatar mecánicas del pasado y ponerlas al día, como es el caso de Frogun Encore, del estudio Molegato.
Frogun Encore es la segunda parte de Frogun, videojuego de estética low-poly de N64/PS1 que apareció en 2022 cosechando críticas muy positivas; de hecho uno de los motivos por los que, cuando estaba buscando un juego para analizar, me he decidido a comprar Frogun Encore sin dudar es que nuestro redactor Javier Larrea siempre ha subrayado la calidad de la primera entrega.

Las moscas atacan de nuevo
Sin haber jugado a la primera entrega de Frogun es difícil saber con certeza el argumento, pero podemos intuir que Renata y Jake, los protagonistas, lograron vencer al malvado Belzebuub. Por desgracia, sus moscas secuaces tienen un plan para traerlo de vuelta y en nuestras manos está impedirlo. Armados con nuestra Frogun, una pistola-rana, tendremos que recorrer el mundo para evitar la catástrofe.
Aunque el juego parece esforzarse por transmitir una trama interesante, fracasa estrepitosamente en el intento; en parte porque la historia no es mínimamente memorable, pero en otra buena parte porque la escritura es bastante mala. No es un gran problema, ya que al final lo que nos interesa es el gameplay, así que de buena gana ignoraremos los textos o usaremos la opción de saltarlos para pasar directamente a la acción. Ahora sí, desenfundamos la frogun.

La Frogun nos marca el camino
En Frogun Encore encontraremos los elementos típicos del género: plataformas móviles, otras giratorias, pinchos, rampas, precipicios, saltos milimétricos, etc. pero es la pistola que llevan Renata y Jake el elemento diferencial y característico de la aventura. La Frogun nos permite disparar la larga lengua del anfibio en la dirección en que miramos, lo cual tiene variados usos: atrapar objetos y enemigos que posteriormente podremos lanzar o, si la apuntamos en dirección a un muro funciona como gancho y permite que el protagonista se desplace rápidamente. Combinando ambos usos, más las mecánicas de salto (ojo, si realizamos un doble salto no podremos usar la pistola; duro, pero justo) tendremos que ser capaces de llegar al final de los niveles. Como es normal, parece sencillo al inicio, pero requiere habilidad en los niveles más avanzados.
Lo que tiene la nostalgia es que hace olvidar los aspectos negativos de las cosas. Si pensamos en Crash Bandicoot o Mario 64, por ejemplo, recordaremos con cariño las horas pasadas delante de la consola, la música que tarareábamos o incluso el diseño de algunos niveles, pero probablemente obviaremos los constantes problemas de cámara o las decenas de muertes debido a los toscos controles o por no poder calcular bien la posición de una plataforma. Este golpe de realidad, que se presenta cuando jugamos a un remake o tiramos de emulador (y siempre pensamos lo mismo: «yo no lo recordaba así»), también sucede en Frogun Encore. Si bien el juego intenta posicionar la cámara en el mejor lugar posible, yo habría preferido la posibilidad de moverla a mi antojo pues muchas muertes y caídas se deben a la dificultad de calcular la posición de las plataformas; especialmente en términos de profundidad. Demasiadas veces he saltado para darme cuenta que la plataforma a la que intentaba llegar no estaba en el mismo plano que mi personaje. También el uso de la pistola es algo impreciso, incluso con el apuntado automático, y en más de una ocasión querremos saltar y engancharnos a una pared y terminaremos cogiendo un objeto random y cayendo al foso. Al final, pese a que seguramente se podrían haber pulido un poco más estos aspectos, no dejan de ser gajes típicos del género y sólo exigen al jugador paciencia y habilidad.
Frogun Encore cuenta con un inteligente diseño de niveles que potencia la rejugabilidad ya que, dependiendo del objetivo que tengamos, tendremos que adaptar nuestro modo de juego. Me explico, cada escenario puede superarse llegando simplemente al final, cosa que podemos hacer en cuestión de un par de minutos, pero si queremos obtener el 100% es necesario mucho más: completarlo sin morir, recoger todos los objetos ocultos, encontrar unos textos perdidos y recoger todas las monedas (y son muchas). Todos estos extras obligan a rejugar cada nivel varias veces y, aunque puede parecer al inicio que será pesado o que los niveles están un poco sobrecargados porque hay monedas por todos lados, lo haremos de buena gana.

Diversión noventera en low-poly
Lo que importa realmente de Frogun Encore es lo que sentimos cuando estamos a los mandos de Renata y Jake. Se le puede poner pegas a los controles y quizás al diseño de niveles, pero la sensación al perderse en las mecánicas de Frogun Encore retrotrae completamente a los años noventa. El feeling es el de estar sentado delante de tu televisión de tubo a los mandos de una Nintendo 64 o, quizás sea más justo decir, de una PlayStation 1. Y es que parece beber mucho de juegos como Crash Bandicoot, especialmente en el apartado sonoro, con melodías -la principal me parece especialmente deudora del clásico juego de Naughty Dog- enérgicas y variadas a lo largo de la aventura. Si bien considero que las melodías son de calidad, no parecen estar sincronizadas o programadas para reaccionar de forma coherente a lo que sucede en el gameplay; por ejemplo, con frecuencia durante los niveles la melodía, de forma aleatoria cuando estamos saltando o recogiendo monedas, acelera, imponiendo un ritmo mucho más frenético, casi buscando elevar las pulsaciones del jugador o prepararle para un peligro inminente, como un jefe final, o un gran acontecimiento… pero al final no sucede nada.

Creo que es la primera vez que el modo fotografía se convierte en una de mis partes favoritas de un videojuego, opción que tiendo a ignorar incluso en juegos AAA. Frogun Encore recurre al low-poly no por necesidad o para ocultar posibles carencias, sino porque desde el estudio hay una intención clara de homenajear a los clásicos plataformas 3D y se nota: los escenarios son coloridos y están repletos de plataformas, enemigos y objetos en movimiento, quizás demasiados porque los tirones y momentos en que se ralentiza el gameplay son frecuentes. En cualquier caso, es una delicia correr y saltar por el precioso mundo de Frogun Encore y, además, podremos vestir a los protagonistas con diferentes gorros desbloqueables. Para salir más guapos en las fotos.
El toque final, que convierte a Frogun Encore en un must-have para cualquier amante del género y de lo retro, es la presencia de un modo cooperativo local. Con apretar un botón, Jake aparecerá a nuestro lado y podremos completar los niveles en compañía. Aunque no es algo que a mí parezca relevante, hay que mencionar la presencia también de un modo speed-run.

Bugs en la versión para PS4
Desgraciadamente, todo lo dicho anteriormente queda difuminado por una versión para PlayStation 4 repleta de problemas que, eso sí, en su mayor parte a día de hoy han sido subsanados. Hasta la actualización 1.03 la versión de PS4 estaba completamente rota, puesto que, junto a otros muchos problemas, el juego se congelaba constantemente y era imposible avanzar. La versión actual, aunque corrige los bugs más importantes, continúa siendo un producto por pulir: tirones durante el gameplay con caídas importantes de fps, tiempos de carga eternos, momentos en que se congela momentáneamente el juego, etc. Aspectos que podemos pasar por alto, pero perjudican notablemente la experiencia.
Frogun Encore, cuyo publisher es Top Hat Studios, se lanzó el 26 de junio en todas las plataformas y la actualización que arregla los problemas más importantes llegó el día 26 de julio, es decir, un mes después. Ignoro si estos problemas se limitan a la consola de Sony o también estaban (o están) presentes en las demás consolas, pero que no haya muchas reviews publicadas del juego puede ser un indicador de que sí hay problemas. En Steam, sin embargo, parece funcionar sin problemas si atendemos a las reviews: más de 50 y casi todas positivas, por lo que recomiendo comprar esta versión.
Independientemente del origen de la problemática versión de PS4, a fin de cuentas no es el primer juego que se lanza con bugs y por suerte parece que se han solucionado los problemas más importantes, sí que veo criticable la actitud posterior tanto del estudio desarrollador como del publisher. Como comprador, habría apreciado un aviso, una nota de prensa, un comunicado en twitter fijado o, en definitiva, algo que me informase antes de comprar de los problemas de la versión de PS4 y simplemente habría optado por comprarlo en Steam o por esperar. No creo que «ignorar» los problemas de las versiones para consolas y confiar en que los compradores no se quejen hasta que aparezca un parche sea la solución.
Conclusión
Frogun Encore es un excelente recordatorio de lo que eran los plataformas 3D de los años 90. Desde la música hasta los gráficos low-poly, pero sobretodo por unas mecánicas y escenarios que encajarían perfectamente en los juegos de la infancia de muchos jugadores (entre los que me incluyo). Mucha rejugabilidad gracias a los coleccionables de cada nivel y un modo cooperativo son los dos últimos argumentos de peso para correr a la tienda y comprarlo. Eso sí, la versión para PS4 necesita parches que terminen de pulir algunos bugs en el apartado gráfico, mejor en Steam.
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.