Igual que cada año se publican unos pocos juegos que, por su calidad, impacto y ventas, pasan a formar parte del canon de nuestra industria, también hay una serie de juegos que pasan desapercibidos y quedan casi en el más total anonimato. Y no porque les falte calidad. Seamos sinceros, en una industria tan voraz como es el videojuego, la suerte tiene un peso incuestionable en el éxito o fracaso. Es el caso de Astrodelia, primer videojuego comercial de Gata Estudio, compuesto por el desarrollador Iván Díaz Barriuso, del que se ha hablado poco o nada en nuestro país, pero de una calidad incuestionable. Curiosamente, en el extranjero sí que ha tenido cierto reconocimiento, llegando a ganar el premio a Mejor Videojuego Internacional en el festival argentino Bit Bang 2023.
La primera traba en el camino al éxito de Astrodelia se encuentra en su plataforma: es un videojuego exclusivo de Android. Quizás de haber salido en 2017, cuando Android era la plataforma más popular de la industria española, habría tenido un éxito diferente, pero en la actualidad es un mercado que está perdiendo peso. La segunda traba es que es de pago. Un pago ridículo, porque cuesta 1,99€, pero el público de plataformas móviles es reacio a sacar la cartera. El tercer obstáculo seguramente haya sido un mejorable trabajo de difusión; solemos repetirlo, pero en esta industria el marketing tiene la misma importancia que el desarrollo. Sea como fuere, quizás en los próximos meses gane en visibilidad porque su desarrollador está trabajando en una versión para Steam que se publicará el próximo abril y ya puede añadirse a la lista de deseados.
Puzles espaciales
Astrodelia es un juego de puzles que narra la historia de Tom, un robot que debe salvar al sistema solar de un agujero negro. Durante el periplo de Tom afrontaremos rompecabezas de diferente naturaleza: fases donde habrá que recoger objetos y usarlos con el entorno, como si de una aventura gráfica se tratara; niveles donde prima la velocidad para burlar enemigos; otros donde habrá que memorizar patrones o combinaciones para abrir una determinada puerta y, por último, esas fases que te obligan a reflexionar de forma diferente para dar con la solución, el llamado thinking out of the box. No hay dos puzles iguales en Astrodelia, obligando al jugador a salir de su zona de confort poniéndolo en complejas situaciones que requerirán de importantes dosis de pensamiento creativo.
La solución de los puzles con frecuencia navega en esa línea que separa la dificultad justa de la dificultad frustrante. Casi siempre Astrodelia nos regala un momento eureka satisfactorio, haciéndonos sentir buenos -e inteligentes- al descifrar un complejo enigma, pero admito que en varios momentos he caído en la frustración y enfado por no ser capaz de comprender el mecanismo de un determinado nivel. Con acierto, el desarrollador ha incluido un sistema de ayudas que nos da consejos y, en casos extremos, nos permite saltar el nivel. Es preferible, siempre que sea posible, evitar esta opción, ya que los jugadores que completen la aventura sin demasiada ayuda podrán pasar a formar parte del Club Top Astro Pioneers e incluso optar a premios.
Una aventura de cine
Hay mucho cine dentro de Astrodelia. Y no sólo por las constantes referencias a clásicos de ciencia ficción, sino por cómo las propias imágenes, mediante interesantes movimientos de cámara, cambios de plano y fantásticos encuadres, son las encargadas de llevar el peso de la narración. Como la película a la que más homenajea, 2001: Una Odisea en el Espacio, Astrodelia no abusa del texto, ni del diálogo, ni necesita de intensas escenas de acción, sino que narra con calma, con la pausa que necesita un astronauta para desenvolverse en el espacio y ofreciendo al espectador, o jugador en este caso, apabullantes escenas espaciales que invitan a la reflexión sobre la propia existencia. Una tranquilidad que, si bien es una de las principales virtudes del juego, también puede suponer una barrera para jugadores impacientes o que no aprecien un gameplay protagonizado por un protagonista que -casi siempre- se mueve a paso lento.
La narración mejora los puzles y viceversa. Quizás mi momento favorito del videojuego sea una escena en tercera persona de vuelo en dirección a una estación espacial que logra generar en el jugador sentimientos de desolación al ver a un minúsculo robot en el vacío del espacio con las estrellas como fondo. Llegado cierto momento tendremos que recorrer laberintos repletos de dispositivos que se iluminan y parpadean para los que la visual pasa a la primera persona, potenciando la sensación de confusión y desorientación. En otras ocasiones la cámara buscará la perspectiva cenital para que tengamos una visual total del mapa y podamos esquivar a ciertos enemigos y hay momentos donde directamente el puzle consiste en no perderse ante el constante cambio de perspectivas visuales. El desarrollador se divierte jugando con la cámara y no parece, en ningún momento, que lo que muestra sea aleatorio; todo lo contrario.
Un viaje entre dimensiones
Astrodelia logra romper incluso con sus limitaciones técnicas. Se trata de un juego realizado por un solo-dev y con recursos limitados que, de forma inteligente, apuesta por un apartado gráfico minimalista que experimenta con la simetría, formas geométricas y efectos de luces. Atravesaremos laberintos de luces intermitentes, fases que se asemejan a dimensiones alternativas psicodélicas en las que todo es amarillo, rojo o verde, nos perderemos por jardines con vegetación alienígena y entraremos en ciudades que parecen sacadas de la película Tron.
En todo momento estaremos acompañados de una cuidada banda sonora electrónica difícil de definir, con temas compuestos por esos característicos acordes largos que gracias a películas como Blade Runner relacionamos inmediatamente con la ciencia ficción y que terminan de dar el toque final de inmersión y trascendencia que busca la aventura.
Donde no llega la potencia técnica, llega la originalidad y una buena dirección artística y musical, convirtiendo a Astrodelia en un extrañísimo y fantástico viaje que -de nuevo como en la película de Kubrick- empieza como una aventura espacial realista y termina siendo una montaña rusa de luces y colores que lleva al jugador al límite entre lo real y lo onírico y surrealista.
La única pata de la que cojea Astrodelia la encontramos en la mala interacción con el dispositivo, que entorpece notablemente la fluidez del gameplay. En dos móviles diferentes he jugado y en ambos he encontrado problemas en las fases que requieren de constante interacción: con frecuencia el juego no lee el input del jugador con la pantalla, algo especialmente problemático en las fases que requieren velocidad. En otros niveles en que se requiere de algo de plataformeo he encontrado un problema similar: debido a una perspectiva algo compleja, sumado a que no siempre detecta el toque en pantalla, me ha resultado casi imposible llevar a Tom a la posición deseada. Al final, me he visto obligado a saltar esos niveles.
Conclusión
Astrodelia es la joya oculta de 2023. Bajo la apariencia de un pequeño juego de puzles más para móviles se encuentra una épica aventura espacial que rompe con cualquier esquema. Puzles que llevan al límite la capacidad de pensamiento creativo del jugador; un apartado gráfico minimalista, pero capaz de regalar hermosas estampas espaciales y con un fuerte toque psicodélico; un argumento narrado mediante movimientos de cámara y planos dignos de película y una banda sonora épica. Sólo ha faltado un puntito más de testeo en algunos puzles que pueden llevar al jugador a la frustración. Visto su precio, compra obligada.
Enlace a Astrodelia para Android
Enlace a Astrodelia para Steam
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.