Cuántos casos habrá de juegos ‘retro’ caídos en el olvido que andan esperando que alguien les pegue un lavado de cara, los ponga en el foco y vuelvan a ofrecernos horas de entretenimiento. Esta idea me viene a la cabeza mientras pruebo Tanks Battle War, el primer juego desarrollado por la joven Hoguera Games y que tenemos a nuestra disposición de forma gratuita en su página web.
Tanks Battle War es un ‘remake’ no oficial del clásico Battle City publicado allá por 1985 para la NES. Podríamos definir el juego de Namco como un shooter de perspectiva cenital en el que controlamos a un tanque que tiene que defender su base de los tanques enemigos. Una experiencia ‘arcade’ de manual: sencilla en sus modos, pero muy adictiva gracias a su sistema de puntuación y al atractivo modo cooperativo. Aquella no fue la última vez que vimos a Battle City – tampoco era la primera, pues 5 años antes Namco había creado el arcade Tank Battalion – pues tuvo un remake en Game Boy y llegó a salir en la consola virtual de Wii, aunque nunca en territorio PAL. Raquel Alcázar, miembro de Hoguera Games, en una entrevista concedida al medio ‘Vista Isométrica‘ – cuya lectura recomiendo – habla de las razones por las que decidieron ‘actualizar’ este clásico: con un margen de sólo tres meses, optaron por buscar un juego retro, de mecánicas sencillas, divertido y que la gente recordase con cariño.
Una de las virtudes de estos arcades clásicos es que su fórmula jugable es atemporal, mientras que en otros géneros la vejez puede no sentar demasiado bien. No importa que hayan pasado 35 años del lanzamiento, la diversión es la misma. En Tanks Battle War, Hoguera Games ha puesto al día al gran Battle Citty, respetando con enorme fidelidad la sensación jugable original y emulando la experiencia a la perfección.
La mejor defensa es un buen ataque
La mecánica de Tanks Battle War es la siguiente: en la parte inferior del escenario se encuentra nuestra base y nuestro tanque – o tanques si jugamos en modo cooperativo – , mientras que en la parte superior van apareciendo los enemigos. Para superar el nivel tendremos que aniquilar todas las máquinas rivales sin que nos maten o destruyan nuestra base.
Servirnos con inteligencia de los elementos del escenario será una de las claves para completar la misión. Tendremos bloques que podemos romper, muros indestructibles, árboles que ocultan la presencia de los enemigos y pequeños lagos que no podremos atravesar, pero sí disparar por encima. Localizar los puntos clave por los que los enemigos deben pasar o calcular las rutas más rápidas para llegar a los adversarios son dos de los consejos a seguir.
Otro aspecto fundamental será calcular la velocidad de la bala. Sólo dispondremos de un proyectil y hasta que éste no impacte contra el enemigo o algún muro, no tendremos la posibilidad de abrir fuego de nuevo. Al inicio no es un problema, pues hay pocos tanques y son bastante lentos, pero cuando llegamos al punto en que varios enemigos se avecinan peligrosamente a nuestra base, fallar una bala y tener que esperar unos valiosos segundos para volver a disparar puede significar el fin de la partida.
Durante las partidas contaremos con la inestimable ayuda de diferentes power-ups que irán cayendo en el escenario y pueden paralizar a los enemigos, darnos vida, mejorar nuestro tanque o aumentar nuestra puntuación. Al final, en función del tiempo, power-ups, enemigos destruidos y rachas, obtendremos una puntuación y un lugar en el ranking local.
Un divertido remake, ideal en compañía
Tanks Battle War pone en valor el – olvidado – cooperativo local. En solitario es una experiencia amena y disfrutable, pero en compañía sube tres escalones de golpe. Enchufar los mandos y fomentar el pique con un familiar o amigo es el modo de exprimir al máximo el videojuego.
Tanto en el modo campaña, novedad de este remake, como en el modo clásico, la dificultad irá creciendo con el paso de los niveles. Al inicio es casi imposible perder: los enemigos son lentos y rara vez se escapa uno, pero progresivamente la acción se va complicando e irán apareciendo más tanques enemigos y con más frecuencia. En cooperativo el modo campaña no es un gran desafío, pero si jugamos en solitario la dificultad aumenta, pues no es fácil mantener a ralla tanques que llegan desde todos los ángulos.
El único error que encuentro en Tanks Battle War viene dado por la escasa inteligencia de los enemigos y su ilógico comportamiento. En varias ocasiones se me ha escapado alguno y, pese a tener a su disposición mi base totalmente desprotegida y perfecta para ser destrozada, ha dado media vuelta y se ha marchado, perdonándome la vida. No está demasiado claro qué patrón de conducta usan: no parecen detectar tu presencia, dan vueltas sin sentido y se limitan a disparar a lo que les queda enfrente. Al final, queda la sensación de que tienen un comportamiento demasiado aleatorio y sólo destruyen tu base si eres demasiado permisivo o si les permites dar demasiadas vueltas.
Modernizando el aspecto
No vamos a decir que la versión de NES era fea, pues la época 8 bits siempre nos resultará entrañable y estará en nuestro corazoncito, pero hay que admitir que la versión de Hoguera Games es mucho más estimulante y atraerá más a los jugadores más jóvenes. En cualquier caso, se percibe un respeto total hacia la obra original de Namco, ya que los desarrolladores han tomado todos los elementos que componían Battle City y los han rediseñado en 3D, con mucho cuidado del detalle y con un estilo mucho más colorido y desenfadado. No hay nada en el nuevo que no estuviera en el original, ni al revés. También han puesto al día el apartado sonoro, aunque como suele suceder en estos juegos, acaba por ser algo repetitivo.
Tratándose de un proyecto pequeño, gratuito, que supone el pistoletazo de salida de un estudio creo que es imposible no estar satisfechos con Tanks Battle War. Por pedir, un editor de niveles, algún tipo de tabla de records online o algún modo extra habría dado un punto más de rejugabilidad a un videojuego que, en cualquier caso, merece la pena probar. Personalmente, me he divertido mucho jugando, completando niveles y hasta he logrado un par de records notables. Una experiencia perfecta para un par de tardes y que rescataremos cuando tengamos visita.
Conclusión
Tanks Battle War coge un juego de 1985 y lo moderniza. Emula perfectamente la experiencia original y demuestra que el estilo arcade nunca pasa de moda. Un primer trabajo sencillo, pero bien realizado de Hoguera Games que además podemos disfrutar de forma gratuita en su web. En cooperativo, una apuesta segura.
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.