Logramos salvar a la humanidad de una invasión alienígena, pero no hay tiempo para descansar. El general Rumanovsky pretende hacerse con el control de un peligroso virus que está convirtiendo a la gente en zombies. El equipo de élite Delta Squad tendrá la compleja misión de conseguir muestras del virus y evitar que caiga en las manos enemigas.
Con esta premisa comienza el segundo juego de Eskema Games. El argumento tiene lugar tras los sucesos de FullBlast y parece que no será el último juego que formará parte de este universo. Eso sí, cambiamos totalmente de género. Ya no se trata de un matamarcianos de naves, sino un shooter de perspectiva cenital en el que tenemos total libertad de movimiento. Publicado por Ratalaika Games, está disponible en Steam (versión jugada para esta review), Switch, PS4 y One.
Un juego con espíritu arcade.
Deltos Squad es un juego retro-arcade. Contamos con un marco argumental que sirve de contexto, pero la prioridad es comenzar a jugar lo antes posible. Y así sucede, en cuestión de segundos estamos saliendo de un camión disparando a diestro y siniestro. Controlamos a nuestro personaje con un stick y con el otro rotamos la mirilla para apuntar (teclado + ratón si jugamos en PC). Como premisa, resulta interesante y parece prometer acción a raudales, pero la decepción no tarda en llegar. La primera aproximación al juego es bastante compleja, pues los controles son toscos. Tardaremos en acostumbrarnos al lento movimiento de los personajes y de la mirilla, que nos dará especiales problemas cuando queramos girar 90º o 180º.
Pero incluso si logramos acostumbrarnos a los controles, encontramos una aventura plana, con misiones repetitivas y carentes de interés. Contamos con 5 escenarios, cada uno con 10 misiones, que demuestran ser genéricas e irrelevantes: destruir X número de zombies, destruir generadores, localizar puntos de interés, aguantar la posición durante un minuto…etc. Cosas que no dejan de ser ir del punto X al punto Y disparando sin parar. Al inicio no importa demasiado, de hecho pensaba que era cosa del primer nivel que sería una especie de tutorial, pero nada más lejos de la realidad. Las tareas son las mismas en todos los niveles y, sinceramente, jugado uno, jugados todos.
Enemigos sin cerebro
Existen cuatro opciones de soldado a elegir: infantería, pesado, ingeniero o médico, cada uno con sus puntos fuertes y debilidades. Teniendo en cuenta que sólo podemos morir 3 veces, la mejor opción siempre será el soldado pesado, que cuenta con más salud pese a ser lento como una tortuga.
La falta de variedad la encontramos también en los enemigos, como ya sucedía en FullBlast. Apenas encontraremos zombies – algunos armados -, torretas y tanques. Los primeros son inofensivos e inútiles, parecen estar de relleno. Las torretas y tanques son todo lo contrario; si nos alcanzan nos pueden fastidiar de un solo golpe. Pero están mal diseñadas y les pillamos rápido el truco: a determinada distancia no te detectan y se pueden destrozar sin peligro. De este modo, la dificultad de Delta Squad se ve reducida considerablemente, sólo hay que avanzar con atención para que no nos disparen sin darnos cuenta.
Es complicado encontrar razones para recomendar Delta Squad. Incluso los aspectos más positivos, como el aspecto visual y sonoro, quedan opacados por la simpleza y monotonía del gameplay. Es un juego genérico que no ofrece nada destacable que nos mantenga enganchados al mando las 3-4h que puede durar el modo campaña. Es aburrido y después del primer nivel, si llegas a superarlo, difícilmente vas a jugar más.
El interés reside en el multijugador local.
Sólo daría una oportunidad a Delta Squad en el caso de disponer de varios mandos y poder jugar en modo cooperativo local (no hay modalidad online). El tedio que resulta el modo campaña se difumina si lo afrontamos en compañía, activamos el fuego amigo y aumentamos la dificultad. Tampoco pasa a ser el juego del año, pero gana enteros.
Cuenta también con la opción supervivencia que consiste en resistir oleadas de enemigos. Acaba siendo interesante, pero no por mérito del videojuego, sino por el frenetismo implícito de este modo. Que este modo secundario acabe por eclipsar la campaña es prueba evidente de que ha faltado inspiración en Delta Squad.
Conclusión.
Como FullBlast, Delta Squad es un juego al que le ha faltado ambición, profundidad y carisma. No sólo flojea en los controles, decepciona y es repetitivo hasta la saciedad en todos sus aspectos. Puede llegar a ser interesante en cooperativo, pero se trata de un juego que pasará sin pena ni gloria por nuestra biblioteca.
Autor
Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.