FICHA DE CRÍTICA
Si eres un nostálgico de los salones recreativos vas a disfrutar muchísimo con este homenaje a los orígenes de los videojuegos que nos transporta a una época dónde los reflejos y la habilidad tenían su premio. Pero si no sabéis lo que es una moneda de 25 pesetas también vais a disfrutar muchísimo con este arcade infinito que está pensado para que los más jóvenes de la casa desarrollen también sus habilidades compitiendo con sus padres.
Leer en su medio original