FICHA DE CRÍTICA

Crossing Souls es pura nostalgia. Un videojuego divertido, emocionante, que atrapa gracias a lo atractivo de su puesta en escena e interesante argumento. Sus constantes referencias al mejor cine de los ochenta, y los guiños a videojuegos de la época, suponen una de sus mayores virtudes, pero es también uno de sus principales defectos. Abusa en exceso de ciertos clichés que, al cabo de pocas horas, se sienten incluso forzados dentro de una aventura de acción, puzles y plataformas con una muy buena base jugable a la que no se le saca todo su provecho.

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70
 
14/02/2018

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