FICHA DE CRÍTICA

Porque el hecho de ser un ‘juego raro’ es curiosamente su punto flaco y su mayor virtud. Sin esas rarezas Calendula no existiría. Así que no veo mejor forma de concluir este análisis que con el siguiente apunte: que nadie dude de que nos encontramos ante algo realmente interesante, hasta el punto de que cualquiera que tenga la menor inquietud por explorar nuevas vías dentro de los videojuegos encontrará todo un caramelito. El resto si quieren pueden permanecer sentados y a la espera de que estos chicos vuelvan a sorprendernos.

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04/02/2016

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