A pesar de que pueda parecer una apuesta repetitiva día a día en la vida de Fortuna, en The Cosmic Wheel Sisterhood nosotros marcamos el momento de las visitas, el de creación de cartas y otros (una vez pasado el tutorial inicial), por lo que la aventura se adapta un poco a nosotros. Hay veces en las que pensamos que ciertas decisiones van a cambiar cosas y nos damos cuenta de que no, de que depende de un cómputo más global (y eso puede gustar o no), pero en general la sensación de elección es buena, y el juego nos hace pensar mucho sobre la vida y las decisiones. Eso sí, puede que partidas sucesivas (que el propio juego nos plantea como destinos alternativos) no resulten tan llamativas para alguna gente, y en general nos hubiera gustado ver algún cambio más en estas. No obstante, es una aventura narrativa imprescindible para los que disfruten con el género.
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