FICHA DE CRÍTICA
Minabo está bien, es muy bonito, se deja jugar, tiene un trasfondo en su diseño sobre las relaciones sociales que ha sido adaptado y simplificado hasta resultar interesante y además resulta divertido durante un par de horas. El problema nace en que, tras esas horas, el juego no tiene más detrás que la mirriada de memes que se generaron por el nombre, y eso me apena porque, con toda la atención recibida, ojalá hubiera llegado el juego a más. Espero que el próximo título, ahora que el estudio está en los focos gracias a este juego, marque un nuevo hito dentro de Devilish.
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